La semana pasada, como ya contamos, Ottavio Nuccio Gala participó con sus 5 colecciones en la Feria Internacional Sí Sposaitalia Collezioni en Milán.
Tras una sensación final decepcionante, no tanto a nivel particular como sí a nivel general, (en tanto en cuanto ONGala había puesto mucha ilusión y esperanza en el certamen) hoy dedicaremos unas líneas para reflexionar sobre el profundo cambio del sector de moda nupcial y más concretamente, el de trajes de novio, y en la evolución de la industrial textil de ceremonia en los últimos años: cómo fue, cómo es y en qué se está convirtiendo.
Sin lugar a dudas, la participación en una muestra internacional es siempre una buena oportunidad de poner en contacto a fabricantes y minoristas de todo el mundo, así como una única ocasión para dar a conocer las nuevas tendencias y propuestas.
La moda nupcial masculina estaba representada en la exposición por 18 stands, la mayoría de ellos con nombres italianos aunque el producto estaba elaborado en cualquier país menos en Italia!
El sector textil ese ha industrializado en exceso, con la consiguiente pérdida de la originalidad y la calidad que lo distinguía en el pasado.
Su producción se concentra en países en vías de desarrollo, situación que ya se produjo, hace algunas décadas, en el sector agrícola del tabaco y del aceite de oliva, donde primaba la producción masificada y se denostaba la calidad del producto ofrecido. Hoy en día, la industria textil se ha convertido en lo que fue el sector agrícola y la innovación se encuentra casi exclusivamente focalizada en el campo de la tecnología.
Su producción se concentra en países en vías de desarrollo, situación que ya se produjo, hace algunas décadas, en el sector agrícola del tabaco y del aceite de oliva, donde primaba la producción masificada y se denostaba la calidad del producto ofrecido. Hoy en día, la industria textil se ha convertido en lo que fue el sector agrícola y la innovación se encuentra casi exclusivamente focalizada en el campo de la tecnología.
Estamos hablando de los productos confeccionados y elaborados con materiales procedentes de países como Turquía, China, Tailandia, Túnez, la India, etc. donde la calidad de los tejidos es escasa o nula y la mano de obra es barata y en muchas ocasiones, abusiva. En consecuencia, el precio de venta de los productos elaborados allí es muy bajo.
La población de estas zonas es la perfecta mano de obra: son miles de millones de personas que trabajan con sueldos bajos e inhumanos durante más de 12 horas al día, a veces en pésimas condiciones y sin apenas derechos laborales y/o humanos. ¿Hacia donde conducen estas condiciones laborales? Conducen a una sobre-producción de trajes por día, todos homogéneamente elaborados.
La presencia de competencia en cualquier sector siempre es beneficiosa, ya que empuja a realizar una mejor elaboración de las prendas y a la búsqueda de la satisfacción del consumidor. No obstante, la denominación de origen (Made in Italy) debe cumplir con lo que significa: fabricado en Italia y no usar una denominación engañosa, puesto que con estos bajos precios y calidades generan un enorme desequilibrio que daña a empresas de renombre que trabajan y producen realmente en Italia.
Es necesario volver a considerar el Made in Italy como lo que realmente es: un producto de excelencia extrema, que no se puede poner en comparación con la ropa de producción masiva y la estandarización extrema de los productos, de forma que si nadie lo remedia, los novios irán uniformados a sus bodas.
El verdadero problema es que los productores italianos han perdido gran parte de su creatividad y originalidad, y para vender un mayor número de trajes han sucumbido a comprometer la adaptación de sus producciones a otras más populares o que cuestan menos.
El resultado es una presentación simplista de trajes de 4 piezas del mismo tejido, homogéneos y repetidos, imitando los movimientos del que dicen "rey de la ceremonia". Los tejidos y la confección de ceremonia se han vuelto inadecuados y la producción en masa toma el poder en el mercado.
A la vista de todos estos aspectos (baja calidad , producción masiva y escasa creatividad) , la situación se ha vuelto extremadamente caótica en el sector de trajes de novio, tanto para las empresas como para los consumidores, ya que éstos no logran distinguir un producto Made in Italia de uno que no lo es.
Ottavio Nuccio Gala quiere mostrar su fe en la excelencia, ofreciendo un producto puro, fabricado en Italia , en el que la relación calidad/diseño/precio sea inigualable.
La ceremonia no sólo se asienta sobre la base de trajes de novio de 4 piezas: existe el chaqué, la semilevita, el esmoquin, el frac, el traje de etiqueta, el espectacular estilo barroco y muchos otros. Si una persona tiene un gusto particular y una personalidad poderosa, nada ni nadie puede impedir que compre un producto que refleje plenamente su estilo y necesidades.
La experiencia en Sí Sposaitalia nos abre los ojos a una nueva realidad, nos lleva a ser más conscientes de lo que somos y el producto que presentamos. El objetivo ahora es avanzar hacia los clientes que saben cómo dar valor a nuestras creaciones, ya que nuestra mayor satisfacción proviene de ese hecho.
Artículo escrito por Alberto Mestre en el blog:" Trajes de Novio CMoyano".