Si bien, la madre del novio, por tradición, tiene el honor y la responsabilidad de ser la madrina de la boda, la madre de la novia juega un rol importante, ya que ella es el principal apoyo para su hija y la persona que la ayudará en la mayor parte de los aspectos de la organización de la boda. De ahí, que después de la pareja de novios, las madres de ambos sean las siguientes en importancia y representatividad, y tras ellas, el padrino.
Cómo deben vestir
Dado su rol protagonista en la boda, es importante que ellas hagan una buena elección de su vestido, peinado y maquillaje para así poder lucir espectaculares y a la altura de la ocasión. La mejor manera de conseguirlo es hablando entre ambas para escoger colores y diseños que sean afines o complementarios, lo que no significa que deben parecer uniformadas, pero tampoco que el contraste sea demasiado llamativo.
Las reglas de etiqueta, sugieren que la madre de la novia sea quien elija primero su vestido y luego se lo haga saber a la madrina. En todo caso, la regla básica para ambas es que su vestuario sea sobrio, elegante y acorde al estilo de la boda, el clima, el lugar y la hora de la boda y por supuesto, deben evitar rigurosamente llevar vestidos de color blanco, beige, crema, hueso o marfil para respetar el protagonismo de la novia.
Según la hora y el lugar de la boda, la elección de la vestimenta será diferente:
-Si es por la mañana, la etiqueta de la boda, siempre que la solemnidad no lo estime inoportuno, exige un vestido corto de tela vaporosa y fresca.
-Si es por la noche, en un sitio cerrado, un vestido largo de seda, gasa o tul.
No obstante, la tradición nos dice que lo habitual es que la madrina vaya con vestido largo, al ser una persona de una cierta edad, independientemente de si el evento es de mañana.
En cuanto a cubrirse la cabeza:
-De largo: pueden vestir mantilla si la boda es de mañana (de color negro si se trata de una ceremonia religiosa) o tocado si es de tarde/noche.
-De corto (falda por la rodilla): pamela si la boda es de mañana y sombrero de ala corta o tocado si es de tarde/noche.
Con respecto al color del vestido, es habitual que la madrina elija un color acorde a la corbata, pañuelo o chaleco del novio, aunque no existe ninguna norma rigurosa al respecto.
Es conveniente que la madrina respete la regla mágica e infalibe de “menos es más” y no se recargue ni con joyas ni accesorios demasiado ostentosos, y menos aún con demasiado maquillaje. Una madrina con clase y elegancia jamás intentará jugar un papel por encima de los novios ni darse más importancia de la que le corresponde.
Las damas de honor
Las damas de honor son una tradición anglosajona muy bonita y práctica en una boda. El origen de las damas de honor se remonta a la antigüedad junto al de los caballeros de honor, cuando existía la costumbre del matrimonio por rapto. Este procedimiento consistía en capturar a la novia, aun salvando los obstáculos y resistencias que ponía tanto la novia como su familia. Las damas de honor no son más que una alegoría a los guardianes de la novia ante su rapto, o sea, sus protectoras o madrinas.
La tradición dice también que las damas de honor eran responsables de proteger a la novia del mal, vistiéndose igual que la novia con el propósito de burlar a los maléficos espíritus; y también servían como testigos de que la novia no se casaba en contra de su voluntad. Por esta razón, las damas de honor siguen el paso de la novia hacia el altar, para ampararla en todo momento.
En la Roma antigua, las damas de honor formaban una pelotón de infantería de la novia, cuando ésta tradicionalmente viajaba al pueblo natal del novio para la ceremonia de la boda. Se vestían exactamente igual que la novia con el fin de protegerla, confundiéndose para que nadie pudiera saber quién era la verdadera novia y así, secuestrarla o robar su dote. Hoy, visten diferente a la novia para evitar restarle protagonismo.
Las damas de honor han existido en todas las culturas del mundo, incluso en Japón, tan distante de las costumbres del mundo occidental: allí, la novia se dirige a la casa de la familia del novio acompañada de su cortejo nupcial. Una vez en casa del novio, entra custodiada con dos amigas de la infancia que interceden en la parte de la novia. A estas madrinas de la novia se las conoce allí como "mariposas" (chou).
Requisitos y funciones
En la actualidad, las damas de honor o bridesmaids son las hermanas, primas o amigas de la novia.
No hay un número máximo ni mínimo de damas de honor, aunque las normas de protocolo recomiendan no tener más de ocho y siempre en función al número de invitados, una dama de honor por cada 50 invitados, pero siempre es la novia la que decide el número de damas que desea tener.
Participan en la ceremonia y apoyan a la novia en todo momento: en la organización de la boda y la acompañan durante todo el cortejo nupcial y la recepción de bodas, que se suele celebrar días antes del evento. Son una especie de doncellas de la novia, no sólo tienen allá la misión de arreglar el vestido de la novia, sino además de ayudarla a vestirse, preparar la boda y llevar la colocación de los invitados en la Iglesia y en el banquete.
Asesoran en temas de decoración, música y otros aspectos de la boda y se sitúan al lado de la novia en la ceremonia.
Cómo deben vestir
Lo lógico es que la novia indique a sus damas una cierta uniformidad y unidad; para ello, puede fijarse un color para los vestidos o algunos detalles, como peinados, calzado, etc. que vayan a tono con el estilo de la boda.
Es importante coordinar su realización escogiendo una gama cromática con distintos tonos, para que las damas de honor puedan aplicar a su vestimenta el que mejor les siente. Sin embargo, para la elección del color de los vestidos es preciso tener en cuenta que la tonalidad de la elección debe ser más bien discreta y no llamar demasiado la atención.
Se recomiendan los pasteles pero nunca en la gama de los crudos, beige o marfil ya que están dentro de los claros más parecidos al blanco y ése color es de uso exclusivo de la novia.
Lo mismo se puede hacer con el diseño del vestido: la novia da unas pautas generales (en cuanto a corte, largura…) en las que se pueden hacer pequeñas modificaciones para que las damas de honor se encuentren cómodas. Esta opción permite utilizar el mismo color pero cortes de vestidos distintos, cada una a su estilo.
Sin embargo, para guardar mejor la armonía, si los trajes son ligeramente diferentes, se aconseja que los complementos lo unifiquen: peinados, zapatos, ramos y otros accesorios han de ser iguales en todas las damas de honor.
La dama de honor principal
La figura de la dama de honor principal o Chief bridesmaid, suele ser extremadamente importante y la novia elige para ese rol a la persona más cercana y afín a ella.
Puede ser una de sus hermanas, una prima, una de sus futuras cuñadas o simplemente aquella amiga con la que ha compartido afecto y amistad desde la infancia, alguien en quien confía plenamente y sabe que podrá contar con ella en todo momento.
Puede ser una de sus hermanas, una prima, una de sus futuras cuñadas o simplemente aquella amiga con la que ha compartido afecto y amistad desde la infancia, alguien en quien confía plenamente y sabe que podrá contar con ella en todo momento.
La dama de honor principal, también conocida como la Dama de Amor, asume el rol de testigo del matrimonio y deberá ser un apoyo de paz, calma y tranquilidad importante durante todo el proceso de organización de la boda, desde la despedida de soltera, pasando por el registro civil, retirar las invitaciones de la imprenta, acompañarla a la degustación del catering, ayudar a la novia a ataviarse para la ceremonia, estar atenta a las necesidades de los demás invitados durante la fiesta y vigilar y controlar que todo salga según lo estipulado por los novios.
La tradición dice que la dama de honor aguardará la llegada de la novia a la entrada de la iglesia para ayudarla con el velo y la cola del vestido al salir del coche (la dama de honor principal también puede llegar en el mismo coche con la novia). Durante la ceremonia es la encargada de sujetar el ramo hasta la salida del cortejo, momento en el que volverá a entregárselo a la novia.
Otras funciones suyas son ayudar en la planificación de la boda: investigación de los sitios de celebración, florista, catering y otros proveedores. Ayudar a la hora de repartir las invitaciones. Coordinar las tareas de las demás damas de honor. Encargarse del ramo de la novia durante la ceremonia. Hacer un brindis durante la recepción.
En cuanto al vestuario de la dama de honor principal, este puede ser un tanto distinto ya sea en color o diseño que el de las demás Damas de la corte; la idea es que también se destaque pues su rol es un tanto más protagonista que el resto de damas, sin olvidar nunca la básica regla de no hacer sombra a la novia.
Artículo escrito por Alberto Mestre en el blog:" Trajes de Novio CMoyano".
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