Desde 1973, el Museo Metropolitano de Nueva York celebra anualmente una gran gala benéfica dedicada a un diseñador (Miuccia Prada y Elsa Schiaparelli en 2012) o a una tendencia (como al punk en 2013), que se ha convertido en uno de los eventos más importantes del mundo de la moda, con cientos de invitados que pagan 25.000 dólares el cubierto para sentarse junto a los modistos y las estrellas más importantes del momento.
La temática de la exposición, y por tanto la de la gala, en 2014 está dedicada al modisto Charles James, uno de los nombres más desconocidos de la industria de la moda.
La vestimenta adecuada estaba claramente marcada por el dress code: white tie, es decir, frac y lazo blanco, o por su variante americana de chaqueta blanca. Aunque algunos optaron por el black tie, esmoquin y pajarita negra.
Pero, como siempre sucede, emergen los personajes que piensan que la sencillez de la elegancia es aburrida e intentan responder aportando un toque personal con el que, inexorablemente, hacen el ridículo, con el único objetivo de que se hable de ellos.
El diseñador Tom Ford y Hamish Bowles, periodista inglés sobre moda, ambos con impecable frac, guantes e incluso chistera el segundo, dejaron bien claro las normas básicas de la prenda más formal y elegante del hombre.
Colin Firth y Benedict Cumberbatch, con levita de tres filas de botones, vestidos como auténticos british gentlemen, sobrios y sin alardes innecesarios.
El siempre excéntrico Johnny Depp también vistió frac con guantes, bastón, reloj de bolsillo y hasta polainas blancas, al más puro estilo Fred Astaire. El actor estadounidense, Bradley Cooper, actor estadounidense, elegantemente vestido de frac.
La dinner jacket blanca, típica de la etiqueta americana, estuvo representada por los actores Hugh Jackman y Bryan Cranston, el rapero Jay-Z o el impecable David Beckham.
Con un estilo menos formal: el actor canadiense, Ryan Reynolds, con un esmoquin en terciopelo, y Andrew Garfield, con chaqueta adamascada, plantearon opciones nuevas, adecuadas y sin estravagancias.
Sean Penn vistió una mezcla de esmoquin y frac, aunque las miradas estaban dirigidas a la siempre espectacular Charlize Theron.
Los menos elegantes
Jake Gyllenhaal, con un look tan hipster como inadecuado para la ocasión, vestía chaqueta blanca con camisa negra (a evitar siempre) y pajarita del mismo color, algo que es siempre una mala opción.
El diseñador neoyorkino, Zac Posen escogió una double breasted velvet jacket excesivamente estrecha y con tensión en los botones activos, disimulada con una amplia capa que la cubría.
Tommy Mottola, co-propietario de la compañía discográfica Casablanca Records, no acertó con la etiqueta: ni pajarita, ni frac; directamente con traje, y olé. Aunque eso no pareció importarle mucho a su bella acompañante.
La pareja gay formada por el actor y chef estadounidense, David Burtka y el actor Neil Patrick Harris, con el objetivo de "dar la nota" se presentaron de este nefasto porte: el primero con un frac propio de una fiesta de disfraces y el segundo con uno, de cuando tenía 15 años, corto y "pesquero". Ambos, sin calcetines.
Roberto Bolle, bailarín italiano, con frac inadecuadamente coordinado con guantes a lo "Michael Jackson" y zapatos barrocos, junto a la bella Mónica Bellucci.
Olivier Rousteing, reciente fichaje de la firma Balmain, con su habitual "toque" gótico-principesco, con pantalón estrecho de cuero y botas. Junto a él la modelo Rosie Huntington-Whiteley.
Para evitar precisamente este desconocimiento sobre la etiqueta requerida, Ottavio Nuccio Gala pone a disposición una amplia variedad de modelos de frac y esmoquin, asi como todo tipo de complementos, pajaritas, fajines, etc. en cualquiera de sus boutiques.
Artículo escrito por Alberto Mestre en el blog:" Trajes de Novio CMoyano".
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