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jueves, 5 de junio de 2014

I. BODAS JUDÍAS: ¡MAZAL TOV!




Las bodas judías se celebran en el idioma nativo de los novios o en hebreo. No se pueden celebrar el "sabbath" (desde la puesta de sol del viernes hasta la puesta de sol del sábado), ni los días de fiesta religiosa, ni en la pascua hebrea, ni durante las tres semanas posteriores al verano.

La ceremonia


La boda judía suele tener dos momentos diferentes: el panim kabalat es un momento para saludar a la pareja antes de que la ceremonia comience. Y la ketubah, que es la ceremonia en sí. 

Tanto si se celebra en una sinagoga como al aire libre, se efectúa debajo de la "chuppah", dosel colocado sobre cuatro o más varas largas, bajo el cual se lleva procesionalmente el Santísimo Sacramento, o una imagen.

Simboliza el "primer techo en común de la pareja".

Durante panim kabalat, se saluda a la pareja en una habitación. Si se trata de una boda tradicional, los novios estarán en habitaciones separadas. 

Algunas parejas suelen ayunar el día de su boda hasta después de la ceremonia. En esta situación, sería considerado descortés ofrecer comida a cualquier persona casada. 

También puede haber un tisch para el novio y la novia (dependiendo de si el servicio es liberal o no). El tisches son tiempos de diversión y canto: el novio (y también la novia, aunque los ortodoxos lo prohíben) pueden compartir las palabras de la Torá, y la familia y los amigos pueden interrumpir gritando o cantando. 

Antes de comenzar la ceremonia, es costumbre que la novia dé siete vueltas (siete para los judíos es perfección) alrededor del novio y que simbolizan la capacidad que tiene la mujer judía de construir murallas de protección del hogar y la familia, así como de destruir las murallas internas que la dividen y debilitan.

En la "chuppah" la pareja de novios recibe la bendición de un rabino (maestro hebreo que interpreta los textos sagrados) oficiante y procede a la lectura de la tradicional ketubá o contrato matrimonial judío, y luego se firma por los testigos. 

La ketubá está escrita en arameo, la lengua popular de los judíos durante su exilio babilónico hace dos milenios, porque fue entonces cuando un sabio la creó para preservar los derechos de la novia. Por esta razón solía ser entregada a la madre de la novia, para su custodia.

Tras la lectura, llegan las sheva brajot o siete bendiciones que son deseos de amor, armonía y hermandad entre la pareja, y acostumbran a ser recitadas y cantadas por invitados ilustres y amigos. 

La primera de estas bendiciones es la del vino, que beberán ambos contrayentes.




El novio coloca un anillo en el dedo índice de la mano derecha de la novia mientras pronuncia en hebreo y en voz alta la fórmula "por este anillo me quedas consagrada, según la ley de Moisés y la tradición de Israel". 

La novia coloca otro anillo al novio pronunciando un versículo del Cantar de los Cantares, que dice “yo soy de mi amado y mi amado es mío”, pudiendo agregar “por este anillo me quedas consagrado, según la ley de Moisés y la tradición de Israel”

El anillo es, desde siempre, símbolo de eternidad por su forma, y de solidez por el metal de que está hecho.

Si la boda es conservadora u ortodoxa, la ketubah es firmado por dos testigos del novio tisch y los asientos están separados por sexos.


Como colofón, uno de los momentos más llamativos de la ceremonia nupcial: la ruptura de la copa de cristal por parte del novio como símbolo de compartir alegrías y tristezas, mientras recita en hebreo: "si te olvidare, ¡oh Jerusalén!, olvídeseme mi diestra. Péguese mi lengua al paladar si no te recordare, si no alzare a Jerusalén a la cabeza de mis alegrías"

El estallido de cristales en medio del júbilo viene a recordar un evento trágico, la destrucción milenaria del Templo de Jerusalén, aunque también simboliza la copa de la que bebieron los novios durante la ceremonia, subrayando que esta unión recién consagrada es cierta, firme y definitiva.

Es en este momento donde todos gritan "¡Mazal Tov!" "¡felicidades! ".

Es la hora de la fiesta, diversión y bailes tradicionales. Se acostumbra a levantar a los novios en sillas mientras los invitados bailan a su alrededor. Es tradición entretener y alegrar a la pareja, por lo que amigos y familiares preparan intervenciones, discursos y brindis que se suceden a lo largo del banquete.

Requisitos

Los novios, para casarse, deben cumplir una serie estricta de requisitos: deben ser de religión judía por nacimiento, aunque algunas congregaciones admiten, la conversión del novio o la novia.

El aspirante, necesita ser "avalado" por alguna comunidad judía, como símbolo de garantía. Ambos deben hacerse un análisis de sangre, para ver sus compatibilidades. El hombre debe haber hecho el Bar Mitzvá, que se realiza cuando el niño cumple 13 años e implica la entrada del individuo a la comunidad judía.

Vestimenta de los novios

La vestimenta depende del estilo de vida de la pareja,  pero el novio suele llevar traje y la novia un vestido claro. El novio acostumbra a ponerse el “talit”, un chal trenzado que se utiliza durante los servicios religiosos, y la novia llega a la “chuppah” con el velo puesto y lo retira para tomar el vino. 


En la sinagoga, siempre es obligatorio llevar una kipá (casquete en Yiddish) que es una señal de respeto, aunque no es una identificación religiosa. 

Sin embargo, el talit o chal trenzado, usado por los hombres y algunas mujeres en las congregaciones liberales sí es un signo de identificación religiosa. Las cuatro esquinas del chal les recuerda a los judíos que deben guardar los mandamientos de Dios. 

Si no eres judío, puedes usar una kipá, pero nunca un talit. 


Lugares sagrados

Los lugares más cercanos a Dios en la TierraPara el judaísmo, la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, que cristianos y hebreos llaman el Monte del Templo, es el lugar más sagrado del mundo. 

Los judíos más ortodoxos creen que no deben pisarla, pues allí reposan los restos del Templo de Jerusalén, que construyó el rey Salomón y destruyeron los babilonios. 

En el mismo lugar se erigió un segundo templo, que los romanos hicieron añicos y del que sólo queda, como resto, el Muro de las Lamentaciones. Según las tradiciones judía y musulmana, Abrahán estuvo a punto de sacrificar allí a su hijo, Issac según los hebreos e Ismael según los mahometanos.

Divorcio

En esta religión es posible el divorcio: Según la tradición judía ambos miembros de la pareja deben estar de acuerdo en disolver el matrimonio, aunque es el marido quien formalmente otorga el divorcio a la esposa, que a su vez lo recibe.

Si quiere poner fin a su unión, la pareja deberá dirigirse a la autoridad rabínica y exponer su deseo de formalizar el "guet", o disolución del matrimonio. Frente al "Bet Din", tribunal compuesto por tres rabinos competentes en las leyes de matrimonio y divorcio, el escriba redacta un texto en el que quedan reflejados los nombres de los cónyuges y la fecha y la ciudad en que se emite. 

Una vez completado y leído el escrito del "guet" públicamente frente a dos testigos piadosos, que no deben estar relacionados entre sí ni con el marido o la esposa, el documento es rasgado como señal de que ha sido utilizado y no puede volver a usarse. 

Tras este ritual, las dos partes reciben sendas cartas oficiales, denominadas "de liberación" o "ptor", que señalan que el "guet" ha sido otorgado y que confirman el derecho a contraer nuevamente matrimonio.










Artículo escrito por Alberto Mestre en el blog:" Trajes de Novio CMoyano".







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