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lunes, 10 de julio de 2017

VIVIR EN EL PASADO



“Afrontar el futuro con métodos del pasado 
es perder la oportunidad de vivir y disfrutar del presente”.

Muchas personas, habitualmente, viven en un pasado que no les permite avanzar, lamentándose de las cosas que no hicieron y no pudieron lograr. De lo que fue y ya no es.

Lo mas triste es que cada uno tuvo la oportunidad de elegir y sin embargo, hoy se dan cuenta que eligieron mal y piensan que no hay solución.

Algunos se lamentan de su matrimonio y se separan por una u otra razón. Lo llaman problemas matrimoniales pero son problemas personales.

Algunos se lamentan que en sus negocios las cosas están saliendo mal y no hallan la formula para salir adelante. Lo llaman problemas laborales pero son problemas personales.

Otros se lamentan de no haber terminado una carrera universitaria y piensan que si la hubieran terminado su vida sería diferente. Lo llaman problemas educativos pero son problemas personales.

Otros están como el famoso personaje de dibujos "Calimero" diciendo: “¡No es justo! ¡Qué injusticia!” o “¡Nadie me comprende!”. Lo llaman problemas sociales pero son problemas personales.
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En general, viven amparados en la queja porque las personas no son como ellos y porque se encuentran solos. Cada una de estas situaciones son un motivo de cambio. 

La vida cambia, las relaciones cambian, el trabajo cambia, vivimos en época de cambios donde necesitamos aprender a renovarnos para poder vivir y disfrutar todo lo que hacemos.

“Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.” -Victor Frankl-

Para que la vida siga, hace falta renovación: "Renovarse o morir". Como ser social, el ser humano debe adaptarse a los cambios; la renovación es imprescindible. Si no somos capaces de afrontar los cambios, sufrimos y perecemos.

La ansiedad, el estrés y la depresión por ejemplo, son un aviso de nuestro cerebro de que hay algo en nuestra vida que necesita ser renovado, cambiado. Una crisis, del estilo que sea, suele reflejar la necesidad de hacer una renovación, de movernos en una nueva dirección.

Aprendiendo de las águilas

El águila, es el ave con mayor longevidad de su especie: Llega a vivir 70 años. Pero para llegar a esa edad, a los 40 años de vida tiene que tomar una seria decisión: Sus uñas curvas y flexibles no consiguen agarrar a las presas de las que se alimenta, su pico alargado y puntiagudo también se curva hacia el pecho, sus alas envejecidas y pesadas por las gruesas plumas le impide volar tan fácilmente como antes.
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Así pues,  el águila tiene sólo dos alternativas: Morir,….. o enfrentarse un doloroso proceso de renovación que durará 150 días.

Ese proceso consiste en anidar en lo alto de una montaña. Allí, el águila comienza a golpear con su pico la pared, hasta conseguir arrancárselo. Una vez arrancado, debe esperar a que le nazca uno nuevo con el que, más tarde, se arrancará sus viejas uñas. Cuando le nazcan las nuevas uñas, se arrancará sus pesadas plumas.

Y tras cinco meses, vuelve a volar, renovada y renacida, y entonces dispone de 30 años más de vida.

Adaptándose a los cambios

Debemos entender la importancia de la renovación, de no vivir en el pasado apegados a costumbres y tradiciones, perdidos en la rutina. Las soluciones que antes funcionaban no tienen por qué funcionar hoy. Las respuestas correctas del pasado es muy probable que hoy se hayan convertido en un problema.

Si no estamos atentos a los cambios, el presente nos devorará.

Resultado de imagen de adaptandose a los cambiosQuizás creemos que entendemos la situación, pero, posiblemente, lo que no comprendemos es que la situación acaba de cambiar. Por ejemplo, si antes pensábamos que la solución a nuestra relación de pareja era un divorcio, pensemos que podemos tener un matrimonio extraordinario.

Si antes nos quejábamos de que no teníamos amigos, de que la vida era injusta comencemos ahora a generar amistades, a generar cambios en nuestras vida, a buscar la vida extraordinaria. NO VIVAMOS EN EL PASADO.

Si hasta hoy nada de lo que hayamos hecho nos ha servido y pensamos que todo es una carga ¿Qué necesitamos cambiar? ¿Qué posibilidades existen? Pensemos que las dificultades son oportunidades en lugar de problemas.

Hoy es el mejor día para enterrar nuestro pasado y todo aquello que nos impide vivir una vida extraordinaria. VIVAMOS EL PRESENTE.

El futuro es algo que está por llegar pero si vivimos el presente con optimismo en lugar de anclarnos al pasado, lograremos llegar a él y vivirlo como presente. El pasado no puede cambiarse y el futuro depende de nuestro presente.

jueves, 6 de julio de 2017

FIRST DATE


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Cada noche, en el programa de cuatro, "First dates"cinco parejas de solteros se reúnen en un restaurante dispuestos a disfrutar de una cita única, bajo la dirección de un maître muy especial, Carlos Sobera. No se conocen ni saben cómo será su compañero de velada. Se trata de una "cita a ciegas", donde las parejas llegan titubeantes,  con ansiedad y prácticamente, sin preparación alguna que les asegure un cierto éxito en la velada. 

Prepararse adecuadamente para una cita es de vital importancia puesto que establecerá el tono de la interacción y el derrotero por el que trascurrirá cada momento. Hoy hablaremos de la preparación de una cita.

Pero antes de ver cómo preparar una cita, te recomiendo que le des un vistazo a mi artículo "Ser un caballero no está pasado de moda" (Mayo 2014), en el que se describe cómo comportarse con clase.

Si  eres un hombre que sigues mi blog, intuyo que tu esfuerzo se encamina a llegar a ser un auténtico caballero. El objetivo de este artículo no es otro que tomar conciencia de nuestro interés real por conectar emocionalmente con otra persona, en este caso, una mujer. Pero si tu intención es otra, este artículo no es para ti. 

Desgraciadamente, hoy día, se le da muy poca importancia al ritual de una cita. La tradicional fórmula de llamar por teléfono, quedar en persona, pasar a recogerla, etc. está en desuso, y ha sido reemplazada por la comunicación digital o mediática. Prueba de ello es este programa que tanto éxito obtiene. Desde aquí te animo a sumergirte en los valores que, antaño, siempre edificaron buenas relaciones; en los principios que siempre nos dirigen hacia vínculos afectivos serios y duraderos.

Desde este artículo doy por hecho que te tomas las citas en serio, que eres un hombre adulto y que actúas como tal.

Sin más preámbulos, aquí están mis sugerencias:


Los días anteriores a la cita


Tener claro lo que es una cita
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Una vez acordado reunirse cara a cara, es difícil saber cuáles son las expectativas de la otra persona, pero por lo menos, un caballero debe tenerlas claras. ¿Cuáles son mis objetivos? ¿Cómo debo comportarme? ¿Cómo debo vestirme? ¿Qué actitud debo adoptar?

Concertarla conjuntamente

Si aún no habéis decidido el dónde y cuándo, habla con la persona para poner esas cuestiones en común. No trates de dominar o imponer la situación. Ten claras algunas ideas sobre los gustos de la otra persona, sus intenciones, sus anhelos, etc., aunque evidentemente, una cita clásica es cenar en un restaurante.

Si tu cita prefiere otra situación distinta a una cena, puedes sugerir un par de lugares que sean propicias para la conversación y llévala a cabo. No te empeñes en lo contrario.



La víspera de la cita


Concretar la cita

Tu tiempo es valioso, y también lo es el de tu cita. Concreta los aspectos preliminares de la cita: dónde y cómo. A pesar de que una actitud típica de un caballero pudiera suponer que debes pasar a recogerla, no te ofrezcas más de una vez, sobre todo, si es la primera vez que os veis en persona. Déjala decidir a ella. Si la cita va bien, puedes proponérselo para la segunda. 

Elegir un buen atuendo
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Tu "look" debe mostrar cuál es tu estilo y por supuesto, definir tu seguridad, pero también debe adaptarse al lugar y los gustos de tu cita. 

En general, el estilo de un caballero es más formal que el de la mayoría, pero este es uno de los raros casos en los que no recomiendo usar algo demasiado elegante como un traje. Las mujeres casi siempre se visten más formalmente que los hombres y se esfuerzan por ir a la peluquería antes, por maquillarse y usar tacones altos, por lo que lo mejor es decidir un atuendo casual pero impecable.

Y no te olvides de tu ropa interior. Limpia y de buen gusto. No sólo debes preocuparte por el aspecto exterior sino también por el interior, en todos los sentidos.

-Dependiendo del lugar de la cita:
Si es demasiado casual para una chaqueta, usa un polo o una camisa con cuello con botones. A pesar de que las zapatillas de deporte están muy de moda, te recomiendo optar por unos zapatos "mocs" de piel, unos "castellanos" o unos de nobuk. 

Si es un poco más elegante, una americana es siempre la mejor opción, pero conjúntala con uno pantalones más casuales, como chinos o jeans. No uses corbata porque darás un ambiente demasiado formal. Simplemente usa una camisa de cuello cutaway, lisa, de cuadros, rayas o estampada, pero bien planchada, y un buen par de zapatos de piel marrón o caramelo, y un cinturón a juego. El pañuelo de bolsillo es vital. Aún sin usar corbata. El reloj, ni sofisticado ni de plástico. 

-Dependiendo de la estación del año:
En otoño/invierno, puedes usar una corbata con una camisa con cuello cutaway y un suéter de cuello en V, en lugar de una chaqueta. aunque yo siempre soy partidario de la "dinner jacket".

En primavera/verano, puedes optar sólo por una camisa y pantalón (chino o jeans), pero evita los pantalones cortos, sandalias y las camisetas. 

Una vez que hayas elegido tu atuendo, asegúrate de limpiar los zapatos y de planchar la camisa o el pantalón. "La arruga no es bella". No en la primera cita.


El día de la cita

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"Grooming" impecable

Debes mostrar tu mejor yo y pa
ra eso tu cuidado (grooming) debe ser impecable. Si llevas barba, recórtala. Si no, un buen afeitado debe definir tu personalidad. 

Nada de "barba de tres días". Ducharse, cepillarse los dientes, cortarse las uñas, utilizar cremas y desodorante, y aplicarse ligeramente tu perfume.

Comprueba tu cartera y piensa en el pago de la cuenta

Asegúrate de tener todo lo que necesitas en tu cartera. Ten algo de dinero en efectivo para aparcacoches, parquímetros o propinas, prepara consejos o juegos que puedas utilizar, así como tu documentación, tarjetas de crédito, etc.

A la hora de pagar

A la hora de pagar: sentido común. Lo puedes tratar de antemano o dejar que la naturalidad guíe la velada. Ahora bien, si le preguntas a 10 personas su opinión sobre quién debe pagar, obtendrás 10 respuestas diferentes. 

Dicho esto, lo cierto es que ya no es una práctica absolutamente indiscutible que el hombre tenga que pagar siempre, por lo que es mejor estar preparado para navegar por una variedad de posibles escenarios. 

Para nada importa quien estableció la cita, el lugar y la hora, ya que los dos sois personas adultas que acuerdan verse. Cuando llegue la cuenta, no dejes que se quede demasiado tiempo en la mesa pero tampoco te precipites. Alguno de los dos debería abrir el tema. Dudar sólo empeorará las cosas. En general, todavía creo que es una buena idea ofrecerte a pagar por la cena, preguntando si le importa que lo hagas y sopesar la respuesta. 

No esperes a que tu cita vaya al baño, para pagar "a escondidas" ni tampoco empeñarte si te pide pagar ella o incluso, a medias. Es importante no dejar que la conversación sobre quién paga se convierta en un momento incómodo, pero tampoco debes evitar a tu cita su derecho a participar en la toma de la decisión. Además, la primera cita es sólo eso, una noche, una cena, salir juntos. Pague quien pague, no se establece una norma para las siguientes citas.


Lo que jamás debes hacer


Cuando te despidas no digas: "Lo pasé muy bien y me encantaría verte de nuevo. ¿Cuál era tu nombre? Lo olvidé". No tendrás más citas con esa persona.
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Antes de acudir a una cita, tomate un tiempo para conocer los principales rasgos y características de la persona, sus gustos, sus intenciones, su nombre, su situación, etc. 

¿Cómo? Usa tu imaginación. Puedes investigar, informarte o simplemente, preguntarle a tu cita. De esa forma evitarás hablar de los mismos temas varias veces, y encontrar nuevas cosas que preguntar durante tu cita.

Resultado de imagen de PRIMERA CITANo hables en exceso de ti ni dejes que la conversación gire en torno a ti, salvo que te pregunten. Anticípate y pregunta. Muestra que tienes interés verdadero en conocer más acerca de esa persona. Cuando se "fuerzan" las preguntas, se nota y mucho. No es preciso tampoco conocer todo en la primera cita. Guárdate algo para la segunda.

Algo que por desgracia es bastante habitual, es "ir cargado con el móvil". El móvil guardado en el bolsillo y en "modo silencio". La cita es todo tu mundo. El resto no importa. Al menos durante la cita. Ni se te ocurra colocarlo encima de la mesa y por supuesto, si te llaman, no contestar.

Y lo más importante desde mi punto de vista: ¡No llegues tarde!


Conclusión


Las relaciones no son fáciles y las citas, tampoco. Pero como todo en la vida, preparar las cosas con antelación puede evitar las tensiones y los malos-entendidos. ¿Cómo preparas tus citas? ¿Cómo manejas los momentos incómodos? ¿Reaccionas espontáneamente o te colapsas?





martes, 4 de julio de 2017

"COMO ANILLO AL DEDO"

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Después del lugar de la ceremonia y del banquete, la elección del anillo o alianza es, probablemente, una de las cosas más importantes que debemos tener en cuenta a la hora de planificar una boda, ya que es una pieza que llevaremos el resto de nuestras vidas.

Yo lo llevo todos los días desde hace casi 30 años. Nunca me lo he quitado del dedo y se ha convertido en parte de mí y además, me gusta. 

Por eso, vale la pena invertir en calidad y diseño a la hora de elegir una alianza, simplemente porque lo usas todos los días.

Ni se te ocurra llevar una alianza de madera, tungsteno, cobalto, titanio, caucho, etc. Simplemente, no soportarán la prueba del tiempo y lo más probable es que a nadie le guste.

Tampoco con acabados inusuales, ennegrecidos, biselados o tratados con ácido, ni combinados con diamantes, perlas o de diseños "extraños", porque más temprano que tarde se verán "de modé".

Tampoco con un grosor más ancho de 8 mm, porque es demasiado grande.

Pero para gustos, los colores..., aunque sinceramente creo que la elección de un anillo clásico expresa no sólo buen gusto sino también atemporalidad, pues las posibilidades de que deje de gustarnos después de unos años, son escasas. 

Pero veamos algunas opciones:

Materiales 

Oro amarillo
Es el más popular y más clásico. Los más habituales son de 14 ó 18 quilates. El oro, que en su forma natural es de 24 quilates, es un material muy blando y por ello, para conseguir un material más resistente, se mezcla con otros metales o aleaciones.
  • 18 quilates representa el 75 % de oro puro, el 12,5 % de plata y el 12,5 % de cobre.
  • 14 quilates representa el 58.5 % de oro puro, el 20,75% de plata y el 20,75% de cobre. Es la aleación ideal porque aumentan la rigidez del oro, preserva las calidades inoxidables y no provoca alergias.
  • 9 quilates representa el 37,5% de oro. Puede decirse que realmente no es oro, pues es muy pobre ya que la mayoría del porcentaje es otro metal.
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Representa un 75% de oro amarillo y un 25% de cobre. 

Oro blanco
El oro blanco 18 quilates, también llamado "oro gris", representa un 75% de oro, un 16% de paladio y 9% de plata.

Todas las joyas que compremos deben tener un contraste para certificar cuantos quilates tienen. Así,  en el oro de 18 quilates, el contraste que debe poner en la pieza es 750, en el de 14 quilates, 585 y en el de 9 quilates, 375.

Plata
La 925 plata esterlina, plata 950 o plata 800. Sinceramente, la plata no me gusta para un anillo de boda, ya que es más suave, se puede rasguñar y además, requiere pulirla porque se oxida.

Grosor

El siguiente paso es determinar el ancho o grosor que deseamos. La mayoría tienen entre 3 mm y 8 mm. Mi sugerencia es uno de 4 mm ó 5 mm.

Acabados

Un acabado brillante y pulido es el más clásico. También se puede elegir mate aunque creo que pueda parecer acero inoxidable. Mi anillo, por ejemplo es una mezcla de oro amarillo y oro blanco brillantes.

Ajuste

El ajuste es muy importante para la comodidad en el uso del anillo. Bordes redondeados que facilitan la extracción en ocasiones especiales (trabajo, gimnasio, etc.). 

Combinación

"¿Tengo que combinar mi alianza con el resto de mis joyas?

No, no tienes que hacerlo. ¡Tu alianzas es una parte de ti! Si quieres, puedes combinarlo con tus gemelos, cadenas o reloj pero no es obligatorio.


Tamaño 

Algo a tomar en cuenta es que nuestros dedos cambian de tamaño durante todo el día, pero específicamente a lo largo de las estaciones. En verano, los dedos son más grandes y en invierno cuando hace frío, son más delgados. 

Así que cuando elijas un anillo para todo el año, asegúrate de comprarlo en primavera o en otoño, es decir, cuando no haga ni mucho frío ni mucho calor.

Para saber cual es el tamaño idóneo de tu anillo, déjate asesorar por tu joyero, quien con el uso de un calibrador, te dirá la medida exacta para tu dedo.