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domingo, 6 de abril de 2014

¿ME QUIERE?¿NO ME QUIERE?









La pareja perfecta no existe, se construye.

La pareja perfecta no es la que no tiene problemas, sino la que los resuelve juntos.





Dar por hecho que tu pareja te quiere porque está contigo es un gran error. Decir "te quiero" es fácil o puede llegar a serlo, si se entrena. Pero ¿cómo saber si es de verdad ?

Deshojar una margarita no es el mejor método para averiguarlo, ni tratar de adivinarlo, ni siquiera preguntárselo, puesto que aunque no te quiera, siempre te contestará con un “sí” claro y rotundo, a la par que traicionero.

Según algunos estudiosos de la pareja, sólo el comportamiento de nuestro compañero/a nos puede ofrecer una demostración real de lo que siente por nosotros. De lo único que podemos fiarnos es de lo que hace día a día, y no tanto de lo que pueda decir (o callar). Las palabras bonitas son bienvenidas pero no son suficientes. Lo que importa son los hechos. 


A continuación, encontrarás una batería de preguntas que pueden ayudarte a saber si te quiere, de una forma objetiva tanto si lleváis poco o mucho tiempo juntos.

En realidad, son algunos de los valores necesarios para que una pareja sea feliz y duradera: confianza, compañía, preocupación, honestidad, complicidad, comunicación, calma, apoyo, respeto, intimidad, amor, cariño, unión, felicidad.


¿Confía en ti?

La honestidad es la base de cualquier relación. Si se pierde ésta, y surgen las medias verdades, los secretos y las sospechas, es que algo muy importante en la pareja está fallando y hace imposible que una relación se mantenga en el tiempo.

La confianza es como un cristal: es necesario extremar los cuidados para que no se rompa. Cuando éste se rompe, por mucho que intentemos reconstruirlo, no queda igual.

La desconfianza en la pareja aparece siempre debido a una falta de comunicación. Por lo general, todas las situaciones de celos, o las sospechas de que la otra persona no está siendo del todo sincera, surgen por pequeños malentendidos que no se han atajado a tiempo. Tarde o temprano todas las parejas experimentan problemas de este tipo.

Las parejas que duran en el tiempo son aquellas que saben atajar estos conatos de desconfianza en cuanto aparecen, planteando la situación abiertamente, y atajándola de raíz.


¿Quiere pasar tiempo contigo?

Cuando amamos a otra persona queremos pasar todo el tiempo posible con ella. Esto no quiere decir que tengamos que estar a todas horas con nuestra pareja, pero sí hacer un esfuerzo por pasar un tiempo a solas, por mucho que el trabajo, los amigos, los hijos, la familia u otros compromisos nos lo pongan difícil.

Si tu pareja realmente hace sacrificios por estar más tiempo contigo es que realmente te quiere. Si prefiere disfrutar de su tiempo libre con sus compañeros de trabajo o amigos, algo grave ocurre en vuestra relación.

El tiempo que una pareja pasa tiempo a solas es el mejor indicativo de la salud de una relación.


¿Te pregunta cómo ha ido el día?

Parece una cuestión de perogrullo, pero no todos las personas se preocupan por el día a día de sus parejas. 

Puede que en el fondo no te interese demasiado cómo le ha ido a tu pareja en su trabajo o, sencillamente que seas un despistado o estés absorto en tus problemas pero, si la quieres de verdad, debes hacer un esfuerzo en preguntar y preocuparte por ellas.

El amor no se construye en el plano teórico, sino en el práctico: nuestra pareja tiene que preocuparse por nuestros problemas cotidianos, compartirlos y ayudarnos a superarlos. 
Si pasa de ellos, probablemente no nos quiere lo suficiente para establecer lazos duraderos. 


¿Cambia su personalidad cuando está contigo?

Todos conocemos a alguien que evita quedar con su pareja cuando queda con sus amigos, o que se comporta de forma totalmente distinta cuando está a solas con su pareja a como lo hace cuando está con sus amigos. ¿Eres tú mismo cuando estás con tu mujer? ¿es tu mujer la misma contigo que cuando habla con sus amigas?Si la respuesta es no, acabareis haciéndoos daño y no estaréis siendo ni honestos ni leales.


¿Tiene complicidad contigo?

Según los expertos, existen cuatro dimensiones de la complicidad o maneras en las que podemos sentirnos íntimamente conectados con nuestra pareja. En definitiva, son cuatro formas de comunicación en la pareja:


  • Complicidad física
Son los abrazos, los besos, las caricias y, cómo no, el sexo, que es a fin de cuentas la máxima expresión de intimidad física. Aunque es natural que la frecuencia con la que mantenemos relaciones sexuales disminuya en el tiempo, la desaparición absoluta de éstas es un claro signo de que algo está fallando en la pareja.

  • Complicidad emocional
La complicidad emocional es la que nos permite expresar nuestros sentimientos a nuestra pareja. Si fallamos al contestar preguntas como “¿qué estás haciendo?” o “¿cómo te sientes?” es que no somos todo lo cómplices que han de ser los dos componentes de una pareja. Si no sabes expresar abiertamente el amor que sientes por tu pareja es que, quizás, no lo sientes. No existe una intimidad más intensa que la de una pareja, ni siquiera la que puede haber entre amigos de toda la vida o la relación madre-hija/ padre-hijo.

  • Complicidad intelectual
La compatibilidad intelectual es uno de los secretos mejor guardados de las parejas que permanecen juntas por mucho tiempo.

La capacidad de poder hablar, comentar o discutir sobre cuestiones políticas, culturales o filosóficas es una de las mejores herramientas de las parejas felices, esas que nunca se aburren cuando están a solas, ni mantienen silencio cuando cenan juntas.

Y ello no significa necesariamente que sus gustos sean afines, sino más bien, que saben, pueden y quieren hablar con toda libertad sobre cualquier cuestión, aún manifestando posturas antagónicas.

  • Actividades compartidas
Las parejas eternas son aquellas que pueden hacer todo tipo de cosas sin que ninguna de las partes se aburra hasta la saciedad. El amor es, al fin y al cabo, una forma de disfrutar de la vida en compañía. No importa el tipo de actividad que se realice con tal de que sean amenas y divertidas para ambos o en su caso, aún no siendo del agrado de uno de los dos, acompañar al que sí disfruta de esa en concreto.

Hay parejas que se divierten cocinando, viajando, haciendo deporte o escuchando música. Lo importante es que existan una serie de actividades de las que puedan disfrutar en compañía y no tener que buscarlas fuera de la pareja.


¿Sabe comunicarse correctamente contigo?

El mayor indicador de que una pareja no funciona o va a separarse es que una de las partes (o ambas) muestra desprecio, desdén y falta de respeto hacia su pareja.

Si no sabemos comunicar correctamente con nuestra paraje al tratar los problemas que surgen, entraremos en una espiral de enfados y reproches que, tarde o temprano,  le colocará en "modo conflicto" y finalmente, acabará con la relación. Saber dialogar con nuestra pareja es un requisito indispensable para solucionar con éxito los conflictos  que puedan surgir y para que el amor no se evapore con el tiempo. 


¿Sabe reaccionar bien ante las adversidades externas?

Por muy perfecta que sea o parezca una relación, lo que verdaderamente va a ponerla a prueba es la llegada de problemas externos a los que, en algún momento, habrá que enfrentarse. 

Es fácil, sencillo y llevadero mostrar amor cuando la vida nos va bien, pero cuando de verdad se demuestra es ante las adversidades. Los problemas económicos, los hijos, la enfermedad o la muerte de un familiar, son cuestiones que pueden acabar con una pareja, si las partes no permanecen unidas, y si no se muestran apoyo entre ellas.

¿Sabes compartir los momentos malos con tu pareja, o sólo te limitas a disfrutar de los buenos? Las parejas que duran hasta que la muerte las separa son aquellas que se mantienen unidas antes los reveses de la vida.


¿Te ayuda cuando lo necesitas?

De nuevo, para valorar el amor que una persona siente por nosotros debemos tener los pies en el suelo. Poco importa que nuestra pareja nos diga lo mucho que nos quiere a todas horas si no es capaz de ayudarnos cuando lo necesitamos.

Añadir ocupaciones extra a nuestro día a día es una carga que no tiene grandes recompensas: el esfuerzo que realice tu pareja por ayudarte es una demostración de amor mucho más grande que el estupendo regalo que te hizo por tu cumpleaños. 


¿Respeta tus opiniones?

Aunque los intereses comunes son importantes para la salud de una pareja, no es necesario que los enamorados compartan las mismas ideas políticas, el mismo amor al  club de fútbol de sus amores o los mismos gustos musicales. Lo necesario es que respeten y valoren la opinión del otro. Tratar a nuestra pareja sin respeto, o menospreciar su punto de vista sobre algo, no es la mejor muestra de amor que podemos ofrecer y por supuesto, tampoco nos da la razón absoluta sobre la cuestión.

La estabilidad de las parejas y el éxito de las relaciones afectivas en general residen en la reciprocidad de las actitudes positivas entre ambas partes. Se trata de ver lo positivo, lo bueno, lo que nos hace disfrutar en vez de ver lo negativo, lo malo o lo que nos desagrada.


¿Te incluye en sus decisiones?

En una relación amorosa es importante que cada parte conserve cierta independencia, pero hay ciertas decisiones que no se deben tomar sin consultar con nuestra pareja. Al fin y al cabo y sobre todo, si la pareja vive bajo el mismo techo, cualquier decisión individual afectará a ambos: por mucho que pienses lo contrario, la manera en que emplees tu tiempo y tu dinero tendrá consecuencias para la relación.

Alguien que te quiere, consultará contigo las decisiones importantes, al menos para saber lo que opinas. Uno no puede gastar el dinero si más, en aras del bienestar familiar; es preciso que entre ambos, se establezcan las prioridades o en su caso, se dé via libre a un capricho o a una necesidad individual.


¿Muestra afecto físicamente?

No todas las parejas necesitan la misma frecuencia sexual para funcionar, pero todas necesitan cierto contacto físico. El amor debe demostrarse a diario con pequeños gestos. Y no me refiero necesariamente a realizarlo en público. Las caricias, los besos o los abrazos son demostraciones externas y evidentes del amor que tenemos a nuestra pareja, a la vez que necesarias y recomendables.

Si tu pareja no tiene hacia ti ninguna muestra de cariño, es posible que haya dejado de quererte o quizás, nunca te haya querido.  No es una excusa válida decir que "no me sale"; si alguien quiere de verdad a su compañero/a, sin duda le demostrará físicamente su afecto y su amor.  Además, el contacto físico mutuo contribuye a afianzar los lazos de pareja e incluso nos insta a ser más fieles.


¿Te mira?

El lenguaje no verbal que tu pareja comparte contigo es esencial para conocer sus sentimientos más profundos. Hay personas que tienen dificultad para mostrar su afecto verbalmente, pero a veces una mirada es mucho más expresiva. Los enamorados, además, son capaces de mantener un contacto visual que resultaría demasiado violento entre personas con menos confianza.

En todo momento, la mirada cómplice hace innecesaria la palabra cuando la pareja se compenetra en un grado máximo de confianza. Una mirada puede despertar, incluso, el deseo sexual o demostrar un estado de ánimo concreto de nuestra pareja.

¿Le gusta hablarte de lo vivido juntos en el pasado?

Las parejas de largo recorrido que disfrutan recordando momentos del pasado, orgullosas de aquello que vivieron, mantienen su vínculo en buen estado en el presente.

Si tu pareja recuerda con ilusión y cariño, momentos compartidos (aunque tu quizás los hubieras pasado por alto) es que sigues siendo importante para él/ella y aún te quiere de verdad.

Compartir y recordar momentos de la vida en común afianza más la relación y la mantiene viva porque no hace recordar situaciones felices que no deben quedar en el olvido, y así reactivar los mismos sentimientos recordados.


¿Te defiende y piropea en público y/o en privado?

Tu pareja ¿te defiende cuando alguien te critica o se alía con el que te ataca? Es muy habitual que, en las parejas que llevan más tiempo juntos, algún miembro de la pareja bromee sobre los defectos o manías de su compañero/a, algo que es especialmente inoportuno si se hace en grupo y en presencia del agraviado, pues nada tiene de gracioso.

Y es una señal evidente de que las cosas no marchan bien. Alguien que sigue enamorado defenderá en la medida de lo posible a su pareja y jamás desvelará ningún defecto, error, manía o costumbre embarazosa sobre su pareja que pueda ofenderla o menospreciarla.

Antes de hacer un comentario negativo sobre tu pareja pregúntate si es necesario y si te gustaría que hicieran lo mismo contigo. 


¿Hace que te sientas bien?

Hasta ahora, todas las claves para saber si nos aman de verdad se basaban en los comportamientos de nuestra pareja, pero el amor correspondido también podemos sentirlo en nuestras propias carnes. Si una persona nos quiere de verdad, logrará con su actitud hacia nosotros, mejorar nuestra autoestima y hará que nos sintamos bien.

Esto no quiere decir que nuestra pareja vaya a hacer que un día horrible en el trabajo se convierta en una jornada maravillosa, pero es posible que logre que sea menos malo demostrándote su cariño o con una buena palabra, una simple caricia o  suave beso.

















Fuente:

www.el confidencial.com






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