domingo, 14 de septiembre de 2014

CUALIDADES PARA EL ÉXITO




El éxito es la aplicación diaria de la disciplina hacia un objetivo.



Ser una persona con éxito es el anhelo de la mayoría de los mortales. Pero tener éxito no tiene nada que ver con la suerte.

Entonces ¿qué es el éxito? El éxito es la consecución de los objetivos y metas establecidas por una persona. 

Pero no tenemos que pensar en él como algo grandilocuente o pomposo. Se puede hablar también de éxito en los pequeños detalles de la vida, en lo cotidiano.

Si queremos alcanzar el éxito es preciso poner en práctica algunas ideas:

1. Definir propósitos, objetivos y plazos

Lo primero de todo, es meditar cuales son nuestros ideales de vida, qué queremos conseguir, tanto sean logros materiales como personales y sobre todo, que sean realizables.

Terminar con el hambre y las guerras en el mundo es un propósito altruista y bonito, pero difícilmente alcanzable por uno mismo. Es necesario determinar  objetivos que sean cercanos y factibles y después, establecer con precisión, el alcance de nuestros objetivos en cuantía y tiempo de consecución, para no divagar.

2. Visualizar el éxito.

Una vez que sabemos lo qué queremos y cuándo conseguirlo, el siguiente paso es visualizarlo.  Verse a uno mismo en el estado final de tanto esfuerzo, pensar que ya lo hemos conseguido e intentar personificarse en ese "yo" exitoso. 

Esta técnica es muy válida para muchas facetas que requieren disciplina y esfuerzo, como por ejemplo ponerse a dieta.

3. Disciplinadamente ocupados


La capacidad de trabajo, para la que se requiere fuerza y energía, es fundamental en las personas de éxito. Tener un ritmo alto de trabajo, nunca parar de trabajar y ni perder un minuto, siempre con disciplina. La búsqueda de la excelencia es dar y estar al 100% en todo lo que hagamos.

4. Saber decir que no


Las personas con mucho éxito dicen "no" a casi todo puesto que el éxito requiere voluntad y concentración, y la concentración supone decir que no a muchas distracciones mediante la voluntad.

5. Conocerse a uno mismo


Debemos minorar nuestras debilidades y potenciar nuestras virtudes. 

Identificar las posibilidades de mejora y no perder el tiempo realizando tareas en áreas en las que seamos poco competentes, o tengamos pocas posibilidades. 

Concentrarse en las propias fortalezas y no en las debilidades es lo que diferencia a una persona exitosa de una fracasada.


6. Cultivar los amigos y los contactos


Nadie llega al éxito solo, y tener una buena red de contactos y amigos es fundamental para triunfar. Procurar que la gente se encuentre a gusto con nosotros, ser sociable, invitar a cenar, quedarse con los nombres, hacer amigos. Si somos amables y simpáticos con los demás, estos terminarán por devolvernos el buen gesto.


7. Generar la buena suerte


Existen ciertas personas que actúan como un imán, atrayendo sin esfuerzo  la suerte, porque se comportan de un modo que maximiza la posibilidad de encontrarse frente a buenas oportunidades: son más extrovertidos, abiertos a nuevas ideas, optimistas e instintivos y generan sus propias posibilidades de triunfar.


8. Tener determinación

La capacidad y la aptitud, la creatividad y la inteligencia son factores muy importantes, pero la perseverancia, la constancia y el convencimiento en lo que uno hace son, si cabe, más fundamentales.

Cuando las personas exitosas fracasan, no pierden el tiempo quejándose, lamentándose, culpándose o,  tirando la toalla. 

En lugar de eso, contemplan el fracaso como una experiencia didáctica de la que extraen lecciones para futuros proyectos.

9. Cometer maravillosos errores

Los errores son inevitables y mucho más didácticos que los éxitos, si sabemos aprender de ellos. El éxito es la habilidad para ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.

El éxito es como un cometa que va dejando una estela de fracasos a su paso y sin embargo, no significa que cese en su avance.

Las personas que, ante los fracasos, desisten o pierden las ganas o se dejan intimidar por aquello que no les sale bien a la primera, dejan de ser perseverantes y terminan siendo personas fracasadas.

Debemos tener en mente y siempre presente que se aprende infinitamente más de un error o de un fracaso que de una victoria.

10. Elige un mentor

Nadie nace sabiendo cómo desenvolverse en el ámbito del éxito solo; es necesario que un maestro jedi que nos dé algunas claves, consejos y sugerencias que nos permitan definir y seguir nuestro camino. 

Cuando alguien, desde el inicio, nos enseña a hacer las cosas bien, sin darnos tiempo a tener hábitos viciados o manías perniciosas, nos enseña una lección que no se paga con dinero.






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