Hoy es un día favorable para ser ventajista y criticar al Real Madrid. Sobre todo para los anti-madridistas que llevaban mucho tiempo esperando la ocasión para desatar su odio.
Hoy, al perro, todo se le vuelven pulgas. Hoy, es fácil hacer leña del árbol caído. Hoy, el avión se ha estrellado.
Hoy, al perro, todo se le vuelven pulgas. Hoy, es fácil hacer leña del árbol caído. Hoy, el avión se ha estrellado.
Durante unos años, la flamante aeronave del Real Madrid ha ido surcando los cielos de la Champions League con victorias y éxitos difíciles de igualar.
El comandante, orgulloso de su gran "aparato", se ha dedicado a contemplarlo, cambiando de tripulación casi en cada vuelo. Confiando ciegamente en el poderío y potencia de su artefacto, ha prescindido de copiloto, mecánicos y sobrecargos.
Ha jubilado precipitadamente a miembros importantes de su grupo, que tantas alegrías le han dado.
Cegado por el orgullo y la prepotencia, se ha limitado a poner el piloto automático, creyendo que el avión vuela sólo.
Pero ha llegado el momento de hacer las maniobras de aproximación y aterrizaje. Y ha pensado que el avión puede llegar a la terminal por si sólo.
Y el gran avión se ha estrellado estrepitosamente.
Ahora toca reconstruirlo en el hangar.
Es necesario reunirse con ingenieros y diseñadores para hacer un nuevo aparato.
Es preciso encontrar una tripulación implicada y comprometida que vuelva a hacer volar el avión.
Hoy toca pensar en el futuro. Porque el pasado es historia. Historia gloriosa pero pasada.
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