sábado, 24 de octubre de 2015

II. EL MODELO SOCIAL Y EMPRESARIAL DEL REAL MADRID: EL CUIDADO DEL CLUB

 

Continuamos, con esta segunda entrega, el análisis de los modelos deportivo, social y empresarial de mi equipo del alma, el Real Madrid. Ahora le toca el turno a los modelos social y empresarial.

El modelo social actual del club tiene tres objetivos básicos: 
  • Gestión de la masa social, con la implantación de una política de transparencia informativa y de cuidadoso respeto a través de las redes sociales y las publicaciones que se publican y  de protección de los derechos de los socios a través de las asambleas de socios.
  • Política de imagen pública, que trata de transmitir una modelo amigable, solidario y comprometido a través de su Fundación.
  • Instauración de un modelo de comportamiento pacífico del espectador en el fútbol, erradicando actuaciones violentas y en consonancia con los estatutos del club. 
El modelo empresarial o de marketing tiene como objetivo único y prioritario:
  • Potenciar la explotación de su marca, transformando a sus aficionados en clientes de sus productos y servicios.
Ésta se lleva a cabo bajo una estrategia empresarial y comercial, donde cabe destacar los siguientes aspectos:
  • Firma de alianzas estratégicas con empresas líderes de diferentes sectores. 
  • Explotación de la marca en mercados emergentes del fútbol. 
  • Empleo de una estrategia multicanal y nuevas tecnologías. 
  • Explotación en el mercado publicitario de los derechos de imagen de los futbolistas. 
  • Programa de fidelización de aficionados a través del "Carnet Madridista". 
  • Programa de licencias y franquicias para la venta de productos con la marca Real Madrid.
Sin embargo, la estructura jurídica del Real Madrid es la que condiciona toda su acción gestora, por lo que no puede ni debe funcionar como una estructura empresarial ya que incurre en un grave error por las siguientes razones: 
  • El Real Madrid no es una Sociedad Anónima Deportiva (SAD), sino que es una sociedad deportiva, en la que los dueños son los ochenta mil socios, que deben tener poder decisorio sobre los aspectos más importantes del club y por supuesto, ser escuchados por la junta directiva que no debe suplantar la titularidad de propiedad de la "familia blanca".

  • El Real Madrid no es un consejo de accionistas de una compañía, donde el voto tiene validez en función del capital aportado, sino que cada socio es un voto, que manifiestan en los procesos electorales: voto directo en la elección presidencial e indirecto para designar compromisarios a la asamblea que anualmente aprueba presupuestos y cuentas de realización de ejercicios.  y sus decisiones no dependen de rentabilidades económicas sino de la calidad del juego y de los resultados deportivos.
  • El Real Madrid no es una empresa mercantil donde sólo cuentan los resultados económicos. Los socios no pueden ser considerados como "empleados", porque se mueven por emociones y sus manifestaciones externas difieren completamente de las de una empresa, donde es impensable oír a sus hablar apasionadamente de los éxitos o los fracasos de la cuenta de resultados, de  la actuación del gerente, de la apertura de nuevos mercados, de un récord en la productividad, de verles dándose un baño en la fuente de su ciudad por un objetivo cumplido ni tampoco promover la salida a la calle de los ciudadanos para recibir triunfalmente a sus directivos o a los trabajadores por un éxito empresarial. 
  • El Real Madrid no es una franquicia donde se vende todo el merchandising disponible. Los socios no pueden ser considerados como "clientes" porque son los auténticos dueños del club por mucho que se los intente ningunear o anestesiar. y como dijo un socio compromisario en la última Asamblea: "Forbes no nos lleva a Cibeles".
  • El Real Madrid no es una multinacional, en la cual nunca se encuentran presentes las afinidades sociales o los sentimientos geográficos. Los socios sienten el club como un asunto de identidad, representación y simbolismo de su barrio, de su pueblo, de su ciudad o de su país, independientemente de que los jugadores, entrenadores o directivos sean "globales" y procedan donde procedan.
  • El Real Madrid no es un negocio exclusivo ni un club privado  donde poder repartir los puestos directivos o las mejores butacas a los amigos o los palcos VIP a miembros en activo. Los socios tienen todos los mismos derechos, por lo que deben ser escuchados. Los jugadores o ex-jugadores de las distintas plantillas deben tener un lugar destacado en el club.
Conclusiones:

1. El modelo social del Real Madrid se gestiona más que como un club deportivo, como una empresa puesto que el poder de decisión sobre las principales cuestiones y aspectos más importantes del club está limitado a la junta directiva, pues en las asambleas de socios compromisarios, estos son escuchados pero no tenidos en consideración, puesto que sólo se aprueban los gastos y los presupuestos.

2. El modelo social del Real Madrid notifica, a través de sus periódicas publicaciones y de las redes sociales, todas las informaciones de índole general pero no así las que competen al  ámbito más reservado y de las decisiones en las áreas más importantes. El socio tiene acceso a la información importante una vez se ha producido ésta y la única función a la que queda relegado es animar al equipo y poco más.

3. El modelo social del Real Madrid dice velar por los derechos generales de los socios del club pero lo cierto es que, baste poner un ejemplo para darse cuenta de que no es verdad: un socio para acceder a ser presidente de su querido club debe cumplir unos requisitos que sólo están al alcance de muy pocos, o mejor dicho, de uno solo: mínimo 25 años de socio y depositar un aval del 5% del presupuesto del club. Don Santiago Bernabeu hoy no podría ser presidente del Real Madrid. 

La oficina de atención al socio no es capaz de tramitar la adjudicación de nuevos abonos o el cambio de emplazamiento de éstos, tareas imposibles para el socio anónimo y absolutamente discriminatorias e intolerables. No así para ciertos sectores afines a la junta directiva o a la presidencia.

4. El modelo social del Real Madrid gestiona la imagen externa del club tanto en el ámbito nacional como internacional a través de la Fundación y se financia a través de las aportaciones de los socios de ésta, lo cual indefectiblemente crea lobbies de influencia, concentraciones de poder y situaciones de "amiguismo". 

Los socios anónimos de la Fundación apenas tienen beneficios de pertenecer a ella y muchos ex-jugadores se sienten olvidados y apartados como integrantes de esa imagen del club forjada a lo largo de  más de ciento trece años de historia.

5. El modelo social del Real Madrid dice haber implantado un modelo de comportamiento pacífico en el estadio pero lo cierto es que ha sustituido unos grupos por otros más afines a las directrices de gobierno, concediendo varios miles de entradas a personas que, incluso, no son socios del club y que no han tenido que sufrir la tan famosa "lista de espera".  

Este modelo de comportamiento pacífico es gestionado a través de la asistencia multitudinaria de personal de seguridad, cuya labor, entre las propias de seguridad, consiste en vulnerar la libertad de expresión del socio madridista, evitando cualquier pancarta, manifestación o alusión negativa hacia el presidente o la junta directiva.

6. El modelo empresarial del Real Madrid debería tener una mención aparte puesto que la sola intención de convertir al socio en "cliente" vulnera de forma flagrante cualquier derecho registrado en los estatutos del club. El socio es dueño del club, no un cliente al que venderle cosas que son suyas por derecho propio.

7. El modelo comercial del Real Madrid no funciona de forma correcta, bien porque, en ocasiones puntuales (consecución de un titulo) no existe la suficiente capacidad de oferta para la demanda de merchandising o bien porque los precios, año tras años, son cada vez más altos, lo que produce que muchos socios y aficionados acudan al mercado secundario, haciendo un flaco favor al club.

8. El modelo de marketing del Real Madrid discrimina al socio toda vez que las grandes e importantes decisiones sobre alianzas estratégicas con empresas, esponsorización del equipo y/o financiación de las obras del nuevo estadio, explotación de la marca y de la imagen de los jugadores y del club, así como los programas de franquicias y licencias están monopolizadas por la junta directiva y apenas se le informa, consulta o rinde cuentas de todo ello.



Un madridista


























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