jueves, 20 de febrero de 2014

FALSIFICACIONES E IMITACIONES: ENGAÑO A LA ORIGINALIDAD







La falsificación es la creación, modificación o reproducción de un producto y/o de sus características específicas o esenciales, con el fin de hacerlo parecer como verdadero, o para alterar, simular o suplantar la identidad de la marca y constituye una vulnerabilidad de la propiedad industrial (al ser copias sin licencias, para ser vendidas como si fueran originales).



La imitación es la copia de algunos elementos parciales de la marca, (formas, colores, logotipo, tipografía, etc.) con la idea de confundir y engañar al consumidor con respecto al origen empresarial del producto o servicio. Ambas son actos de competencia desleal.




España es un paraíso para este tipo de negocio ilegal que mueve más de 500.000 millones de euros al año y donde, según un estudio de Acotex, el 18% de los españoles compran falsificaciones y el 13% imitaciones. Actualmente, la venta online de este tipo de productos está disparada debido a la facilidad y el anonimato del proceso. 

Detienen a 27 personas de una red de falsificaciones
Consumir falsificaciones o imitaciones en lugar de marcas originales está más aceptado e incluso mejor visto que en otros países europeos como Francia, donde existen multas para los compradores.

Como norma general, el consumidor debería elegir productos de marcas reconocidas por considerarlas sinónimo de calidad, garantía y confianza que éstas le ofrecen. 

No obstante, no las compramos por ese motivo: en la mayoría de casos, el consumidor español es consciente de que le están vendiendo una falsificación o imitación, pero a pesar de ello la adquiere con el fin de «engañar» al resto, de mostrar una imagen irreal de él mismo, transmitir a los demás lo que no somos mediante lo que llevamos puestolo que vulgarmente denominamos "un quiero y no puedo".  



El consumidor puede alegar su derecho a soñar llevando un "chanel" de pacotilla porque no se puede permitir uno auténtico. Pero no repara en el daño que infringe a la industria de la moda, ni tampoco que esta mercancía procede de una mano de obra en régimen de casi esclavitud, ni por supuesto, que es ridículo intentar "dar el pego", cuando la falsificación se hace evidente por la propia clase social a la que se pertenece.

Utilizar marcas originales, necesariamente, no nos transforma en mejores personas pero comprar falsificaciones o imitaciones nos hace ser deshonestos y carecer de moralidad. 

Las "fakes" o el "counterfeiting" (como lo llaman los anglosajones) son "el delito del siglo XXI". Cualquier acto de falsificación, imitación o competencia desleal es altamente negativo en el mercado de libre competencia pues incide gravemente en la competitividad de las marcas, en la creación de empleo, en la pérdida de puestos de trabajo y, finalmente, en la Balanza Comercial del país. Entre las numerosas "víctimas" que ocasiona, podemos enumerar: 
  • la propia marca, que invierte mucho dinero en pleitos para prevenir o luchar contra la falsificación y la imitación.
  • el consumidor que muchas veces es engañado o perjudicado por la nula calidad y garantía de la oferta.
  • el Estado que se ve privado de cobrar sus impuestos y controlar la actividad, ya que en la mayoría de los casos se efectúa de forma clandestina.
  • los trabajadores, que como consecuencia de esa falta de control, muchas veces se ven obligados a trabajar de forma ilegal y en condiciones denigrantes.
  • el medio ambiente, ya que como consecuencia de la informalidad en el proceso de producción, muchas veces se ve seriamente dañado por el desecho de productos altamente contaminantes, sin ningún tipo de tratamiento que evite o disminuya el impacto ambiental.

Mientras que las marcas, como es el caso de Ottavio Nuccio, se preocupan e invierten dinero en desarrollar productos que marquen tendencia, invierten dinero en publicidad, en comercialización, en marketing para posicionar su marca, en personal debidamente registrado, en políticas de producción que cuiden el medio ambiente, hay una industria paralela e ilegal que está esperando que así lo haga para, mediante la copia, beneficiarse de ello.
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Esto es inaceptable. Por ello, todos debemos tomar conciencia de los males que provoca, perseguirlo, combatirlo y condenarlo, evitando comprar falsificaciones. Sin demanda, desaparecería la oferta.






Artículo escrito por Alberto Mestre en el blog:" Trajes de Novio CMoyano".




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