viernes, 10 de enero de 2014

EL DANDY: VIVIR Y MORIR EN EL ESPEJO








Charles Baudelaire, poeta del siglo XIX, dijo: "Hay que ser sublime sin interrupción. El dandy debe vivir y morir en el espejo".



El dandy nació de la inquietud cultural y estética en los albores del Romanticismo, haciendo de su propia identidad la mayor de las obras de arte.  


"Beau" Brummel (el bello), dandi inglés y primer gentleman en toda regla, mantenía que el traje masculino debía convertirse en la segunda piel de todo caballero que aspirara a diferenciarse del vulgo. Los detalles y el estilo, su religión.



Según la Real Academia de la Lengua, un dandy es una persona que se distingue por su extremada elegancia y buen tono. Urbano, refinado y con buenos modales, es un profesional liberal con formación académica.



Un dandi es una persona que viste de una manera disidente, es decir, con prendas buenas, pero nunca como los demás.

Introduce elementos transgresores en su forma de vestir, que puedan llamar la atención, dentro de un aire de elegancia, pero que a la vez destaquen.


Tiene grandes conocimientos de moda, proviene de la burguesía y posee una fuerte personalidad, incluso responde de forma altanera, manteniendo actitudes altivas o siendo directamente polemista, con desplantes e incluso actos de grosería.





La vestimenta siempre ha sido un elemento importante para los seres humanos. No sólo por proteger del calor y del frío, sino por ser un indicativo del estamento social que se ocupa. 







Pero el dandismo no es sólo la vestimenta llamativa y unos modales también llamativos, es su capacidad para despertar admiración e infundir el deseo de imitación por el resto, incluidas las clases más altas.







El saber vestir pasa de ser una condición impuesta a la clase social de cada uno, a ser una muestra de los conocimientos y el gusto individual. 

La mayoría de ellos guardan con celo la procedencia de sus trajes, zapatos, bastones, pañuelos... como una barrera para quienes desean imitarlos. 










Los dandis no sólo saben combinar y elegir lo mejor para su imagen, también están al tanto de todas esas tendencias y cambios y no solo en el vestir, también en el comportamiento, y por ello, son influyentes. 


Esta preocupación por la indumentaria persigue también ubicarlos en un grupo determinado con un nivel superior, el de los entendidos.


El dandi le planta cara a la masa con su incorformismo: bigotes surrealistas, sombreros de copa contenedores de infinitos mundos ficticios, pajaritas de seda para las noches de debates literarios, alcohol y cigarrillos. 



   


Ottavio Nuccio Gala, dentro de su colección Fashion, capta la esencia de este estilo dandy, refinado y limpio.




   Artículo escrito por Alberto Mestre en el blog:" Trajes de Novio CMoyano".




  

  





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