sábado, 12 de abril de 2014

EL ENCUENTRO: UNA INVITACIÓN AL DIÁLOGO



El pasado día 5 de abril, invitados por mi amiga Charo Jiménez Grueso, acudimos mi mujer y yo al Teatro Español donde se representaba El Encuentro, obra de Luis Felipe Blasco Vilches (prorrogada hasta el 6 de abril) y protagonizada por dos extraordinarios actores que me sorprendieron gratamente y a los que tuvimos el placer de conocer personalmente: Eduardo Velasco y José Manuel Seda.

Tomamos asiento pensando que íbamos a presenciar una obra histórica, pero no fue del todo así. El argumento se inspira en la reunión que en febrero de 1977 mantuvieron Adolfo Suárez y Santiago Carrillo, en la que acordaron la legalización del Partido Comunista y las líneas maestras sobre las que se asentaría el gran pacto de estado para la Transición. 

Se trata de una ficción teatral en la que los personajes y la reunión son una recreación sobre lo que pudo acontecer, en la que se extracta la transición (en hora y media) y en la que se muestra el coraje de dos personas que antepusieron la razón y el diálogo a la ideología, por el bien de la democracia y del futuro del país. 

Pero también nos invita a meditar, a reflexionar sobre la situación actual y sobre el calado moral de nuestros políticos actuales, muy diferente al de los políticos de antes, donde la palabra tenía un valor y el diálogo suponía una necesidad.


La obra discurre en un encuentro clandestino en una casa neutral, a escondidas de los suyos y peligroso para ambos, debido al momento de gran inestabilidad. 

Ambos, sentados frente a frente, alejados y manteniendo las distancias, beben y fuman (mucho), discuten, desarrollan estrategias, disimulan sus miedos, demuestran sus recelos y esperanzas, se recriminan sus culpas, se ponen a prueba, se amenazan, hablan del pasado, del presente, del futuro… y a lo largo del encuentro, muchos son los factores que parecen echar por tierra y truncar el necesario acuerdo. 












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