En la mayoría de las bodas, los novios visten habitualmente, trajes o chaqués con corbata o ascot y son muchos los que piensan que el esmoquin no es una prenda apropiada para una boda sino para eventos, fiestas y actos nocturnos.
Incluso ven en él reminiscencias que recuerdan al uniforme de camarero. Nada más lejos de la realidad: El esmoquin no es una prenda de trabajo, es un atuendo que, dependiendo de la sobriedad o transgresión que queramos mostrar, marca una elegancia nocturna difícil de igualar con un traje.
Siempre he defendido y defenderé que, para una fiesta tan espectacular y única como es una boda:
"el traje de novio debe representar el carácter,
la personalidad y estilo de vida propios,
debe ser un reflejo de uno mismo en esencia pura,
con independencia de la formalidad que se quiera dar
y el momento del día de la celebración”.
la personalidad y estilo de vida propios,
debe ser un reflejo de uno mismo en esencia pura,
con independencia de la formalidad que se quiera dar
y el momento del día de la celebración”.
Ni se te ocurra vestir un chaqué en una boda después de las 6:00 p.m. y atrévete a vestir un esmoquin para celebraciones nocturnas: recto o cruzado, con solapa chal o de pico, el clásico negro o de color, liso o brocado, pata de gallo, príncipe de gales o tartán, terciopelo o satén, etc.
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