Nuestros padres, los nacidos entre 1942 y 1960, pertenecen a la Generación del Baby Boom, un fenómeno social mundial en pro de la natalidad, una sociedad enfocada por completo a la importancia de la familia.
Nosotros, los nacidos entre 1960 y 1976, pertenecemos a la Generación X, la generación de la apatía y de la asimilación del desarrollo tecnológico y global de la sociedad.
Nuestros hijos, los nacidos entre 1980 y 1999, pertenecen a la Generación Y, también conocida como Generación del Milenio, milenial o Milénica.
Son jóvenes entre 20 y 35 años que se hicieron adultos con el cambio de milenio, en plena prosperidad económica antes de la crisis.
Una generación con nuevas características, necesidades y demandas que necesitamos entender para nuestro propio bien y el de ellos.
Inmaduros a propósito
También llamada "generación Peter Pan", se caracteriza por la tendencia generalizada de retrasar la transición de la infancia a la edad adulta y como consecuencia, permanece en casa de los padres durante mucho más tiempo que generaciones anteriores.
"Antes, te casabas, iniciabas tu vida con un trabajo, comprabas una casa y formabas una familia, y lo hacías inmediatamente. Hoy, la gente joven piensa que ese enfoque ha llevado a muchos divorcios y a que la gente esté descontenta con sus vidas".
Descontentos y incrédulos
Tienden a confiar menos en las personas que las generaciones anteriores: más de la mitad se declaran independientes y forman el grupo con mayor descontento político y religioso de los últimos 25 años.
Las dificultades para encontrar un empleo y para poder independizarse han fomentado este carácter de incredulidad.
Según algunos estudios, el 50% de los miembros de la generación Y se describen a sí mismos como políticamente independientes, y cerca del 30% declara no estar afiliado a ninguna religión.
Tecnológicos y digitales
Son seres digitales ("digital natives"). Para ellos, la tecnología es parte de su vida ordinaria y la dominan como una prolongación de su propio cuerpo ya que, desde muy pequeños, se han criado con dispositivos electrónicos (smarphones, tablets, redes sociales, etc.).
Casi todas sus relaciones básicas cotidianas se producen a través de una pantalla. Para ellos, realidad y virtualidad son dos caras de la misma moneda. On y off están integrados.
Prefieren un vídeo-juego a un juego real convencional. Prefieren internet a la TV convencional. El 59 % ve películas por internet y el 46 % televisión, también a través de internet.
Prefieren un vídeo-juego a un juego real convencional. Prefieren internet a la TV convencional. El 59 % ve películas por internet y el 46 % televisión, también a través de internet.
Utilizan múltiples canales y dispositivos digitales para sus actividades. Tienen un comportamiento multitarea (multitasking), es decir, con capacidad (o necesidad) de hacer varias cosas a la vez.
Siempre conectados y nomófobos
Son adictos a una constante conectividad, y están conectados online alrededor de 7 horas al día, utilizando múltiples pantallas digitales. El 78 % posee un móvil, un 37 % tablet, un 70 % laptop y un 57% desktop.
Padecen nomofobia ("no-mobile-phone phobia"), miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. El 45 % admite que no podría estar un solo día sin su smartphone.
Las pantallas son su acceso a la socialización, al trabajo y al ocio.
Sociales online
Son extremadamente sociales. Un 88 % tiene perfiles en redes sociales. Las redes sociales no son sólo un medio de comunicación para ellos sino una parte íntegra de su vida social.
Consultar, compartir y comentar en ellas es la principal actividad que realizan a través de sus móviles.
Son activos y antes de comprar buscan y escuchan opiniones, generan y comparten contenidos y son muy sensibles a su experiencia online.
Si la experiencia es positiva suelen compartirla y recomendarla y se fían más de la opinión de sus amigos que de la emitida por las propias marcas para tomar decisiones. El 65 %prefiere las redes sociales como medio para interactuar al trato personal.
Críticos y exigentes
Son excesivamente críticos, exigentes y volátiles. Para los Millennials, las experiencias digitales negativas en línea tienen un impacto negativo mucho mayor que sobre otros grupos de edad. Buscan más identificarse y relacionarse con los servicios y productos que consumen, que por sus características intrínsecas.
Los Millennials son personas que no buscan exclusivamente una buena atención, sino que exigen personalización y esperan que todo se adecue a sus preferencias y que satisfaga sus necesidades.
Son autosuficientes y autónomos, y quieren sentirse protagonistas. Valoran la participación y la colaboración, prefieren compartir a poseer y exigen nuevos valores como la transparencia, la sostenibilidad y el compromiso social.
Visión "Carpe Diem"
Buscan la satisfacción momentánea. El aquí y ahora. Intentan sacar el máximo provecho del presente y buscan la felicidad en todo lo que hacen.
Millennials...¿el futuro?
Millennials...¿el futuro?