lunes, 5 de mayo de 2014

TRADICIONES, MITOS Y LEYENDAS DE LAS BODAS







Una boda es un compromiso de amor y de vida en común entre dos personas, pero también tradición y rito en su preparación y posterior celebración.

Y por supuesto, genera un compendio de mitos y leyendas, asumidos generación tras generación, que tratan de indicar la buena suerte de la pareja en el futuro; algunos están relativamente razonados y otros, son meras supersticiones o simples tradiciones populares.

Pero, aunque nadie a quien se le pregunte, dice ser supersticioso, casi todos los novios siguen "a rajatabla" todos estas tradiciones y supersticiones como parte del ritual, por si acaso se cumple el dicho de que "meigas..."haber-las, hay-las". Al fin y al cabo, ¿las bodas no son parte de la magia del matrimonio ?


Sobre los objetos

El novio no debe ver el vestido de novia antes de la boda, puesto que augura mala suerte. Y aunque, la novia habitualmente sí ve y elige el traje del novio (seguramente porque no se fía del gusto de su pareja), ésta tampoco debería ver el traje del novio, por la misma razón.


La novia no puede usar perlas porque simbolizan lágrimas cristalizadas que se transforma en desdicha y tristeza en el matrimonio.




La novia debe llevar: 
  • algo usado, representa representa el sentido de continuidad en la vida reviviendo el pasado.
  • algo nuevo, nutre la esperanza de un futuro óptimo. Cambio y renovación del espíritu. Simboliza esperanza de comenzar una nueva vida feliz.
  • algo prestado, refuerza la amistad.
  • algo azul, asegura fidelidad.
  • algo perteneciente a una persona feliz, atrae la felicidad.
Kate lució un espectacular velo en la tan esperada "Boda Real" con el Príncipe William

El velo de la novia. Esta tradición proviene de los romanos, quienes colocaban un velo sobre el rostro de la novia en los matrimonios de conveniencia, para que el novio no se echase atrás si ésta era demasiado fea. 

Hoy representa la juventud y la pureza que será descubierta por el novio. También es un símbolo de respeto en las ceremonias religiosas.

Para otros, la novia debe llevar velo para protegerse de los malos espíritus y de la envidia o celos que pueda despertar entre los asistentes a la ceremonia.


La tradición de que la novia utilice tocado, flores o diadema el día de su boda viene porque en la antigüedad se acostumbraba que las mujeres llevaran una guirnalda de flores (que simbolizaba la virginidad) cuando estaban en edad casadera, diferenciándolas así de las mujeres casadas.


Quitar y tirar los alfileres que hubiera prendidos en el vestido de novia aleja la mala suerte.

Coser una moneda de oro o plata en el dobladillo del vestido para atraer dinero al matrimonio.

El novio debe llevar la corbata derecha, nunca torcida, porque ésto indica infidelidad en el futuro.


Otra costumbre muy arraigada y sin fundamento es combinar la corbata del novio con el vestido de la madrina o con el color del ramo de flores de la novia. 

El color de la corbata del novio debe combinar o con la colorimetría (color de piel, ojos y pelo) o en todo caso, según su propio estilo o gusto. 

También es tradición que el novio lleve un pequeño ramillete de flores en la solapa del traje el día de la boda, que habitualmente, coordina con las flores del ramo de la novia, pero no es una norma de obligado cumplimiento. El novio es la otra mitad de la boda y debe tener autonomía propia y no estar siempre como accesorio.

Las alianzas en el dedo anular, adoptada de la creencia de que la vena de este dedo iba directamente al corazón.

Las Arras simbolizan la riqueza en la nueva pareja. Esta tradición proviene de cuando, antiguamente, el novio debía dar a la familia de la novia una suma representativa en monedas de plata o su equivalente en cobre como agradecimiento por ceder a la novia en matrimonio.

Hoy, representan los bienes a compartir a través de la entrega mutua de 13 monedas (antes sólo el hombre se las entregaba a la mujer), cuyo número no tiene un origen claro, pero se relaciona con la mala suerte, indicando que también en los momentos malos se debe compartir.



Regalar zapatos al novio antes de la boda, asegura que le servirán para huir y desaparecer.

Los zapatos de la pareja deben ser nuevos, puesto que deben acoplarse y amoldarse a sus pies: igual que ellos en el matrimonio.

Regalos para los invitados. El motivo de estos obsequios es un recuerdo del día más feliz de su vida, a la vez que un agradecimiento de su asistencia a la boda.

La tarta nupcial tiene su origen en la Inglaterra medieval donde los invitados llevaban a las bodas, tartas que los novios besaban para después repartirlas entre todos los asistentes. 


Sobre las acciones


Ver a la novia antes de la boda, arruinará el matrimonio. Esta superstición data de la época en que los enlaces se realizaban por conveniencia, y la familia de la novia evitaba que el futuro marido la viera antes de que tuviera lugar el enlace para evitar que se arrepintiera.


Arrojar arroz a los novios es una superstición importada de Oriente y está relacionada con la fertilidad y la descendencia. 


Hoy en día, se sustituye por pétalos de flores, que es más agradable y simboliza la pureza.


Entrar con pie derecho al caminar hacia el altar asegura una vida en pareja sin obstáculos y con un feliz desenlace para que se cumpla el dicho de que “lo que bien empieza, bien acaba".

Tirar el ramo de la novia a las invitadas casaderas y la liga a los hombres solteros. Las novias francesas del siglo XIV, tras sufrir la persecución de sus invitados, que querían quitarles las ansiadas ligas porque “daban suerte”, empezaron a tirar las los ramos para evitar problemas.

Cruzar el umbral de la puerta con la novia en brazos. Los romanos pensaban que el hecho de que la novia tropezase al entrar en su nuevo hogar era un mal augurio, por lo que el novio la cogía en brazos para evitarlo.

La luna de miel. Esta tradición proviene de los teutones, que celebraban las bodas bajo luna llena y los contrayentes bebían licor de miel durante treinta días.


Mirarse al espejo al vestirse, trae mala suerte. Al salir hacia la ceremonia, garantiza buena suerte.

La novia no debe hacer la cama el día de su boda. Deberá hacerla su madre o su futura suegra.

Si se va la luz, no encender una vela y menos aún,  ponerla al lado de un espejo, porque es augurio de pésima suerte en el matrimonio.

Prestar el vestido de boda a una amiga, la conducirá a la desdicha y a la mala suerte.

Elegir un día capicúa para la boda, augura suerte y fortuna en la pareja.

La novia debe sentarse a la izquierda del novio en el altar. Esta práctica se remonta a las costumbres ancestrales, cuando se secuestraba a la novia  y se temía que los familiares de ésta vinieran a rescatarla, con lo que el novio debía tener la mano derecha libre por si tenía que empuñar la espada.

Llorar el día de la boda. Según la tradición popular, el llanto de la novia el día de la ceremonia representa buena suerte, porque no tendrá que volver a llorar durante su matrimonio. Por ello, la novia debe llevar un pañuelo en su vestido.

Rezar a Santa Clara evita la lluvia en tu boda. Aunque si ese día llueve, simboliza fertilidad y muchos hijos.


Escribir los nombres de amigas que ansían casarse en un papel y guardarlo ese día en el zapato derecho es una forma de que ellas te acompañen al altar.


Si se cae un tenedor y un cuchillo al mismo tiempo significa que pronto habrá boda.

Si alguno de los dos novios, pierde su anillo, perderá a su esposo o esposa. Si los pierde alguien del cortejo (pajes o damas de honor), se perderá la amistad.





Tocar las campanashacer ruido o tocar la bocina del coche de los novios, aleja la mala suerte y los malos espíritus, de ahí la costumbre de atar latas para evitar que éstos les persigan.


Casarse con luna llena, es bendición de fertilidad y abundancia.


Casarse en enero es augurio de problemas económicos en el matrimonio.

Comer directamente en las ollas o cazuelas donde cocina, significa que lloverá el día de la boda.

Barrer los pies de alguien, le roba fortuna, por lo que es probable que no se case o lo haga ya siendo mayor.

Pisar la cola de un gato indica que no se casará salvo que escupa.


Los anfitriones deciden cómo desean que acudan vestidos sus invitados, de tal manera que sí dice que desea que todos vayan de blanco, rojo o negro, quién acepta se compromete a seguir la indicación, en caso de no estar de acuerdo, declina. En ningún caso, hace lo que le provoca o lo interpreta a su manera, esto sería un gesto antipático y descortés.
Siempre se debe indicar en las invitaciones el "dress code" para evitar equivocaciones y para dar uniformidad a la boda. 




Sobre los días de la semana

El origen de los nombres de los días de la semana está basado en la observación del cielo por los antiguos. Durante el año, la inmensa mayoría de los astros visibles no cambiaban de posición unos con respecto a otros. Sin embargo, se observó que a simple vista, siete cuerpos celestes sí variaban de posición por lo que se les dio sus nombres a los días de la semana: el Sol, la Luna, y los cinco planetas, con nombres de dioses grecorromanos, que pueden verse a simple vista: Marte, Mercurio, JúpiterVenus y Saturno

En otros idiomas, se sustituyen los dioses grecorromanos con los dioses germánicos más o menos correspondientes. Así, el dios germánico de la guerra Tiw (Tuesday) sustituye al marcial grecorromano Marte, el principal dios germánico Woden (Wednesday) al dios secundario Mercurio, el importante dios guerrero Thor (Thursday) al importantísimo Júpiter, la diosa de la fertilidad Freya (Friday) a la diosa del amor Venus.

El mejor día para casarse es el lunes (día de la Luna o lunaes dies), por la buena influencia del astro sobre la fertilidad, aunque nadie celebra su enlace ese día.


"En martes, ni te cases ni te embarques", ya que el martes (día de Marte o marte dies, dios de la guerra) representa conflictos; si además es día 13, que representa el arcano de la muerte, el matrimonio morirá con toda seguridad.

El miércoles (día de Mercurio o mercuri dies, dios del comercio y los viajes) simboliza negociaciones y separaciones continuas.

El jueves (día de Júpiter o jovis diesdios del cielo, de la luz del día, del tiempo atmosférico), simboliza sinceridad.


El viernes (día de Venus o veneris dies, diosa de la belleza y del amor), representa el amor duradero de los novios.

El sábado (día de Saturno o del sabath judío) augura diversión.

Casarse en domingo (día del Sol y del Señor o domenicus dies), éste derramará salud, alegría y abundancia sobre los cónyuges.




Artículo escrito por Alberto Mestre en el blog:" Trajes de Novio CMoyano".


Web: http://www.comercialmoyano.com/


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