Con la llegada del calor muchos se plantean el dilema de si vestir calcetines o cuándo no se debe llevarlos. Pero, ¿qué dicen las normas de la elegancia al respecto?
El uso de los calcetines está estrechamente ligado a la elegancia, además protege el pie y también es importante para el aseo personal.
El calcetín preserva del frío y evita enfermedades. Si hacemos permanecer durante mucho tiempo el pie desnudo en contacto directo con el calzado, por efecto de la transpiración, el zapato se humedecerá y se convertirá en un escenario idóneo para las bacterias. Al favorecer un ambiente húmedo en su interior, generará también mal olor.
Ni que decir tiene, que es espantosamente dañino para la vista y contrario al buen gusto, utilizar calcetines con pantalones cortos, shorts o bermudas, salvo que seas futbolista o "guiri".
¡Tampoco con sandalias, por favor! Y eso de dormir con ellos, ¡ni se te ocurra!
Aunque si eres (o pretendes ser) un "fashion victim" y tu intención es estar a la última, la libre opción de no utilizarlos dejarán a la vista tu esbelto tobillo.
Los náuticos son un tipo de calzado con el cual nunca debe utilizarse calcetín. Fueron ideados para su uso en deportes relacionados con el agua (por ello tienen suela antideslizante). Combinarlos con bermudas o jeans es lo idóneo.
También puedes dejarlos en tu armario si utilizas mocasines o deportivas. Ello implica que el desuso del calcetín está determinado por la informalidad de nuestro atuendo.
Pero si pretendes dar una vuelta de tuerca y vestir unos monkstrap o unos oxford sin calcetines, te sugiero que uses medias taloneras para los pies: "No se ven, no se notan y no traspasan" (¿te suena de algo?). Preservarás la salud de tus pies, la durabilidad de tu calzado y serás un auténtico "trendy".
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