La ansiedad es un estado mental que nos genera una gran inquietud y una extrema inseguridad.
Existen dos tipos:
-Adaptativa: es una respuesta de nuestro cerebro ante un peligro inmimente, que nos permite adaptarnos y prepararnos para enfrentarnos a él. Por lo tanto, es buena y normal.
-Patológica: es una respuesta desproporcionada al hecho en sí o se da incluso sin un peligro inmimente. Entonces en vez de ayudarnos, nos incapacita y nos provoca problemas de salud. Pasaría a ser un trastorno de la ansiedad.
Tipos
Los trastornos de ansiedad patológica podemos dividirlos en:-Ansiedad generalizada: la ansiedad y preocupación están presentes la mayoría del tiempo y casi por cualquier cosa. Para determinar la ansiedad generalizada, la sensación debe darse la mayoría de los días, durante un periodo de 6 meses seguidos.
-Trastornos de pánico: los síntomas del pánico son más agudos, y puede causar problemas psicológicos o físicos.
-Trastorno obsesivo-compulsivo: son pensamientos o ideas ansiosas, que pueden influenciar nuestro comportamiento.
-Fobias: el miedo se concentra en una situación, objeto o actividad determinada.
-Estrés postraumático: su desencadenante es el haber vivido alguna situación traumática en la infancia y se encuentre reprimida.
Síntomas
Subjetivos o cognitivos:
• Incertidumbre
• Preocupación
• Inseguridad
• Miedo
• Aprensión
• Pensamientos negativos, de inferioridad, incapacidad.
• Anticipación de peligro o amenaza
• Dificultad para concentrarse, distracciones
• Dificultad para tomar decisiones
• Sensación general de pérdida de control sobre el ambiente o desorganización
• Dificultad para pensar con claridad
• Obsesiones o pensamientos recurrentes
Corporales o fisiológicos:
• Síntomas cardiovasculares: palpitaciones, pulso rápido, tensión arterial alta, accesos de calor
• Síntomas respiratorios: sensación de sofoco, ahogo, respiración rápida y superficial, opresión en el pecho
• Síntomas gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea, gases, molestias digestivas
• Síntomas genitourinarios: micciones frecuentes, enuresis, eyaculación precoz, frigidez, impotencia
• Síntomas neuromusculares: tensión muscular, temblores, hormigueo, dolor de cabeza tensional, fatiga excesiva
• Síntomas neurovegetativos: sequedad de boca, sudoración excesiva, mareo, lipotimia
Observables o motores:
• Incertidumbre
• Hiperactividad
• Paralización motora
• Movimientos repetitivos
• Movimientos torpes y desorganizados
• Tartamudeo y otras dificultades de expresión verbal
• Conductas de evitación
• Dificultades para conciliar o mantener el sueño
• Fumar demasiado
• Comer en exceso o perder el apetito
• Beber alcohol en exceso
• Disfunciones sexuales (exceso o inhibición del deseo sexual)
¿Qué me pasa?
La crisis de ansiedad aparece de repente, sin avisar, como un episodio inesperado y en muchas ocasiones sin causa aparente.
Provoca un miedo extremo a perder el control del cuerpo o a que ocurra algo malo, incluso la muerte.
Sus síntomas pueden parecer alarmantes pero no lo son: palpitaciones, mareos, náuseas, sensación de asfixia o dificultad para respirar, dolor en el pecho, escalofríos o sudoración intensa, adormecimiento de las manos u hormigueos, temblores, sensación de irrealidad e incluso miedo intenso a morir de repente.
El cuadro puede empeorar por la propia angustia. La mayoría de las veces la crisis aparece de repente y la persona no sabe cómo actuar, lo que hace que se ponga cada vez más nerviosa y los síntomas vayan en aumento hasta que remiten, como máximo, a los 30 minutos.
¿Por qué me pasa?
Un 20% de la población padece ansiedad o es susceptible de padecerla a lo largo de su vida.
Los desencadenantes de una crisis pueden ser situaciones que nos preocupan, que nos angustian o que percibimos como una amenaza.
Los desencadenantes de una crisis pueden ser situaciones que nos preocupan, que nos angustian o que percibimos como una amenaza.
Se presentan ante situaciones que impliquen pasar nervios, como ir al médico, viajar en avión, hacer un examen o una entrevista de trabajo...
¿Cómo combatirla?
Entender por qué sufrimos de ansiedad, nos ayudará a hacerle frente, aprender a manejarla y llegar a solventarla.
Cuando tengas un episodio de ansiedad, intenta:
-Distraer la atención hacia algo diferente a lo que te está sucediendo. Por ejemplo, contar hacia atrás desde el 100, de 3 en 3 .
-Relajarte: piensa en algo que resulte agradable o en un lugar bonito y relajante.
-Recordar que los síntomas son una reacción al estrés y no son peligrosos.
-Controlar la respiración. Respirar conscientemente (“hiperventilación”), cogiendo y soltando el aire de forma controlada y despacio.
- Tumbarte o sentarte.
- Desabrocharte la ropa para disminuir la sensación de ahogo.
Si persiste, ve al médico
Cuando tengas una crisis de ansiedad, acude al médico para asegurar el diagnóstico y descartar otras enfermedades.
Él valorará un posible tratamiento y determinará si requieres algún tipo de ayuda con medicación o apoyo psicológico.
Así, evitarás futuros episodios. El propio miedo a sufrir un nuevo episodio de crisis de ansiedad puede acabar provocándola. Recibir el oportuno asesoramiento médico rebaja esa angustia.
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