La moda y el arte siempre han estado íntimamente unidos puesto que ambos son expresiones estéticas. Es decir, son una forma de expresión que los seres humanos utilizamos para exteriorizar pensamientos y sentimientos.
El proceso de creación y producción de ambos básicamente es el mismo: se desarrolla e investiga una idea para luego buscar el material y realizarla, luego se expone con el propósito final de venderla, ya sea en la pintura, la poesía, la escultura, la literatura, la música, el cine, el teatro o en la moda.
La influencia que ejercen una en el otro y viceversa se transmite en sus idénticas dinámicas: ambos se unen en nuevos escenarios de autoafirmación, seducción y de venta.
Sin embargo y en general, la moda nos es más cercana que el arte ya que el acto de vestirnos lo realizamos a diario.
Cada día abrimos nuestro "wardrobe" para elegir nuestra ropa para ir a trabajar, para asistir a un evento, para hacer deporte, o simplemente para estar por casa; y en esa medida deberíamos esforzarnos en utilizar el tiempo necesario para sentir y expresar nuestro gusto estético de la mejor forma posible.
Cada día abrimos nuestro "wardrobe" para elegir nuestra ropa para ir a trabajar, para asistir a un evento, para hacer deporte, o simplemente para estar por casa; y en esa medida deberíamos esforzarnos en utilizar el tiempo necesario para sentir y expresar nuestro gusto estético de la mejor forma posible.
Nos vestimos no sólo por necesidad, por protegernos del clima o por pudor, lo hacemos de acuerdo a nuestros estados de ánimo, a una línea propia de pensamiento, con un propósito de diferenciación, por un deseo de sentirnos a gusto o sencillamente para llamar la atención.
La primera coincidencia entre arte y moda se revela en la intención compartida de búsqueda de la belleza, de crear una obra "bella", con la que expresar la espiritualidad humana mediante la combinación adecuada del gusto, el diseño, la nobleza de los materiales y la paleta de colores o texturas.
Otra similitud es que se trata de un lenguaje universal que expresan nuestro gusto y estilo, comunica nuestras aspiraciones sociales y nos enmarca en una determinada identidad de grupo. Ambos conforman una comunicación a través de los sentidos que apunta a una expresión de nuestros rasgos diferenciadores personales y sociales.
El cuerpo es el nexo de unión entre el arte (visual) y la moda.
Tal vez tengan objetivos distintos, y nazcan de diferentes necesidades; hasta cierto punto utilizan herramientas distintas, se presentan y comercializan de forma diferente; pero es en el cuerpo, donde el artista se inspira para mostrar las fantasías, los deseos, los conflictos y tensiones de la naturaleza humana, donde confluyen. En definitiva, una clara intención de seducir.
La gran mayoría de los grandes diseñadores convierten las pasarelas y los desfiles en shows y performances propias de teatros, galerias, museos o conciertos.
De la misma forma que algunos museos o galerias de arte se transforman en pasarelas de moda y algunos cantantes muestran su carisma no sólo por su voz sino también por su estética visual.
Y hay otra similitud, la del coleccionismo y la compra compulsiva de moda y arte. La impulsividad de algunas personas por adquirir el último bolso de Prada, un esmoquin de Armani, el nuevo libro de Noah Gordon, el reciente disco de Depeche Mode, la nueva saga Hobbit de Peter Jackson, una escultura de Botero o un cuadro de Andy Warhol, va en aumento en nuestros días.
Desgraciadamente, muchas personas adquieren éstos por estatus o por controlar el mercado del arte, o por el simple gusto de poseerla.
Otros, afortunadamente lo hacen porque la moda y el arte les apasiona. Porque saben que un traje hecho a medida es para vestir en una boda y mostrarlo como objeto de elegancia y buen gusto; así como una colección de arte conscientemente comprada es a sabiendas de que se va a exponer al público para contemplarla, admirarla y aprender de ella.
Por otro lado, tanto el arte como la moda nos proporcionan las claves para comprender las distintas épocas de la historia de la humanidad. Sus diferencias nos muestran tendencias sociales, económicas o, incluso, políticas de cada momento.
Las colecciones 2014 de Ottavio Nuccio Gala: Gentleman, Black & White tie, Fashion, Emotion y Barroco están ya disponibles en las tiendas que la marca posee tanto en Italia como en España, como expresión artística de su creador Mario Moreno, sin olvidar el componente práctico y funcional según el estilo y personalidad de cada cliente, así como marcar un ideal de excelencia, consistencia y perdurabilidad de sus creaciones.
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