Las bodas musulmanas, según el rito islámico, deben ser oficiadas en una Mezquita, ante el responsable religioso de la misma o "Imán" (Guía, jefe o modelo espiritual o religioso, y a veces también político, en una sociedad musulmana).
Dentro de la mezquita, debemos quitarnos los zapatos al entrar en este espacio sagrado y por respeto, no se lleva joyería.
A los hombres se les permite casarse con cristianas o judías, porque representan a pueblos que tienen un libro revelado, pero las mujeres no deben casarse con alguien que no sea árabe.
Existe la “dote”, que el marido ha de entregar a la esposa en el momento de la celebración del casamiento y que puede ser desde una entrega simbólica a una suma económica.
El marido tiene la obligación de mantener a la esposa durante la duración del matrimonio. Debe proporcionarle vivienda, manutención y vestimenta.
Sin embargo, los bienes y propiedades de la mujer son exclusivamente suyos y los podrá administrar a su antojo.
Sin embargo, los bienes y propiedades de la mujer son exclusivamente suyos y los podrá administrar a su antojo.
La bodas islámicas constan de dos partes: la ceremonia Nikeh y el banquete Walimah, y la invitaciones puede hacerse sólo a una de ellas o a ambas.
En el Nikeh, los novios, se presentan con tres testigos ante el "sheikh", un tipo de magistrado islámico, para realizar el contrato matrimonial.
Es un juramento según el cual el contrayente deja constancia de que la mujer con la que va a casarse, no es su hermana ni hija de nadie con quien haya cohabitado, que no ha prestado el juramento a ninguna otra mujer que esté viva, que no se casa premeditadamente por un plazo de tiempo y que no es su voluntad casarse con engaño, mala intención o por venganza, sino por Alá. La mujer, después, hace lo mismo ante el novio.
En la boda se recita la primera sura del Corán, se realiza un sencillo rito en el que los novios se dan de comer y beber mutuamente dátiles y leche y se firman los documentos para el registro del contrato matrimonial. Además del testigo y el padrino o "wali", no suelen estar presentes más que los muy allegados.
Los festejos, que suelen durar de tres días a una semana, suelen ser en casa de alguno de los contrayentes, o también, se permite que sean en un local público.
La primera noche, es un festejo solo para las mujeres y la novia se viste en un vestido de ceremonial llamado "caftan" y sus manos y pies se marcan con henna.
En los países islámicos ortodoxos, los invitados están sentados en mesas separados por sexo. Hay comida en abundancia, pero no baile. El Islam prohíbe el baile porque la música es haram (prohibido por Alá). La fotografía también está prohibida: tomar una foto de seres vivos es también haram.
Muchas culturas musulmanas permiten el baile en las bodas a pesar de la proscripción de Alá contra la música, entonces, sólo hay que seguir lo que otros hacen, aunque nunca se podrá bailar con una mujer.
Es habitual que haya fiestas simultáneas en la casa del novio y de la novia, en las que contrayentes e invitados disfrutan de la música y los manjares alrededor de mesas. Los primeros, sentados en unos tronos espléndidos confeccionados con ricos tejidos.
Y no puede faltar la comida, rica y abundante: casi siempre se da muerte a uno o más corderos, o una ternera, y las cocinas funcionan día y noche.
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Los dulces de almendra y miel y el té juegan también un papel muy destacado.
En un momento determinado, los novios son izados en sendos tronos y paseados en volandas por los salones o jardines.
En cuanto a los regalos, el requisito es no gastar de más. El Islam requiere que nadie contraiga deudas debido a una boda! Dar lo que la novia y el novio requieren de una manera humilde, lo que quiere decir que el regalo no debe ser ostentoso.
Vestimenta
Influyen mucho las costumbres locales: no es lo mismo una boda en Marruecos, con mentalidad musulmana pero más aperturista, que otra en Arabia Saudi, donde son más estrictos en el cumplimiento del Islam.
El fez, la chilaba blanca y las babuchas amarillas son otras de las opciones más habituales.
La novia luce varios vestidos o caftanes, que irá cambiando a lo largo de los días de la celebración.
Se suele empezar con un vestido verde y siempre adornado con muchas joyas, pedrería y abalorios de plata y oro.
Destacan los cinturones y las diademas.
Un compromiso ante Alá
En una religión en la que no existe el celibato voluntario, la importancia que se le da a la institución de la familia, y por lo tanto al matrimonio es grande.
El segundo lugar más sagrado del islam es la Al-Masjid Al-Nabawila o Mezquita del Profeta, en Medina que guarda los restos de Mahoma.
El novio viste el atuendo de gala nacional.
En el Magreb se usa candora blanca o muy clara, bombachos a juego, babuchas y tocado, que puede ser un fez o un turbante.
El fez, la chilaba blanca y las babuchas amarillas son otras de las opciones más habituales.
La novia luce varios vestidos o caftanes, que irá cambiando a lo largo de los días de la celebración. Se suele empezar con un vestido verde y siempre adornado con muchas joyas, pedrería y abalorios de plata y oro.
Lo normal es que el vestido blanco se reserve para la última noche de fiesta. Con él la novia se encamina hacia la casa en la que se va a iniciar la convivencia, casi siempre de madrugada.
Hay también un intenso trabajo de peluquería y maquillaje durante cada presentación en público.
Manos y pies se decoran delicadamente con jena con arabescos y motivos naturales.
Un compromiso ante Alá
El matrimonio es para siempre, lo que no quiere decir que, bajo determinadas circunstancias, no pueda disolverse.
Sobre los motivos y consecuencias del divorcio, no hay completa unanimidad entre las diferentes escuelas de derecho a que se adscriben los pueblos musulmanes.
Los ordenamientos civiles de cada país de tradición islámica difieren, pero, en definitiva, el divorcio es aceptado.
Sobre los motivos y consecuencias del divorcio, no hay completa unanimidad entre las diferentes escuelas de derecho a que se adscriben los pueblos musulmanes. Los ordenamientos civiles de cada país de tradición islámica difieren, pero, en definitiva, el divorcio es aceptado.
El incumplimiento de alguna de las responsabilidades y condiciones del matrimonio, podría conducir a la nulidad y disolución del contrato matrimonial.
Lugares sagrados
El Islam tiene tres lugares sagrados en el mundo a los cuales necesariamente debe peregrinar todo musulmán. Y a ningún otro:
El más importante de todos es la Kaaba o Cubo, en Al-Haram d'Al-Masjid o Mezquita de La Meca.
Es la "casa de Dios", donde lo divino toca lo terrenal. en una de sus esquinas contiene una reliquia, una Piedra Negra de origen meteórico
Es el punto que fija la «quibla» o dirección hacia la que rezan todos los musulmanes del mundo.
La peregrinación hasta La Meca y la Kaaba, o Hajj, es uno de los cinco pilares del islam. Todo musulmán tiene que ir de peregrinación a ella, al menos, una vez en la vida.
El Corán dice que fue construido por Abrahán y su hijo Ismael en el mismo sitio en donde Adán edificó el primer templo para adorar a Dios.
El segundo lugar más sagrado del islam es la Al-Masjid Al-Nabawila o Mezquita del Profeta, en Medina que guarda los restos de Mahoma.
La mezquita original fue construida por el profeta Mohammad. Los siguientes califas hicieron varias extensiones a la mezquita y modificaron su ornamentación.
Originalmente no era muy grande y sólo representaba una pequeña parte de la actual mezquita. Su extensión se aumentó de modo considerable tras las expansiones hechas por Arabia Saudita.
Y el tercero es la Cúpula de la Roca, en Al-Masjid Al-Aqsa o Mezquita de Jerusalem, edificio que se encuentra en la Explanada de las Mezquitas.
Guarda la piedra desde la que, creen los fieles del islam, Mahoma subió al Cielo en un caballo alado para encontrarse cara a cara con Dios.
El profeta Mahoma dice: "un rezo en la Mezquita sagrada (en Meca) equivale a 100.000 rezos; un rezo en mi mezquita (en Medina) equivale a 1.000 rezos; y un rezo en Al-Masÿid Al-Aqsa equivale a 500 rezos más que en cualquier otra mezquita”.
Artículo escrito por Alberto Mestre en el blog:" Trajes de Novio CMoyano".
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